Reducir todo lo sucedido en un año a una única lección, resulta retador si me pongo a pensar en 365 días, pero, por alguna razón hubo algo que estuvo saltando en mi consciencia constantemente. Creo que la vida nos ofrece una oportunidad, si la tomamos, para actualizar nuestros pensamientos y convertirlos en potenciales, es decir en realidades.

El 2023 para mí personalmente fue maravilloso. Sobre todo porque me di a la tarea intencional de expandir mi zona cómoda, sometiéndome a diferentes practicas de incomodidad voluntaria como el ayuno intermitente, el ayuno prolongado y las inmersiones en hielo. Lo que sucedió en cada actividad lo pude trasladar a otras áreas de mi vida y así manifestarlo en mis proyectos; en especial, en la Certificación de Líderes en Comunicación Humana, que tomé como objeto de observación por más de seis meses para compartirla con el mundo,...

Pues estoy entrando en una nueva fase, acabo de darle 34 vueltas al sol y tengo varias lecciones importantes que compartir con vos, después de todo ya he pasado por algunas situaciones que me han permitido aprender a partir de golpes, ingenuidades, deseos, sueños, relaciones, responsabilidades, sorpresas y más vicisitudes de la vida. 

Te voy a compartir lecciones que me han permitido vivir una vida con intención, arriesgar la comodidad personal por trabajar conectado a mi sueño, atendiendo mi llamado y ser capaz de transformar situaciones adversas en motivaciones y convertir el destino en mi mejor entrenamiento en dirección a mi mejor versión. 

Mente 

1. Mi Mente es creadora de historias

Los seres humanos estamos constantemente conectando puntos, conceptualizando la realidad, comprendiéndola a través del filtro personal de la experiencia, aprendiendo, desaprendiendo, ignorando...