Sócrates y la ignorancia

Uno de los comunicadores más famosos de la historia, el padre de la filosofía occidental, el mentor imaginario de muchos y el ideal del sabio para los Estoicos. Ese fue, Sócrates, el histórico personaje ateniense que aparece en la gran mayoría de los diálogos platónicos— cuestionando, retando y persiguiendo la verdad. Hasta morir condenado a beber la cicuta por los 30 tiranos de Grecia.

Para Sócrates la meta siempre fue la verdad, y era desde la ignorancia que él se veía motivado a perseguirla. Él no solo andaba en busca de la verdad sino que cada día la buscaba con mayor humildad.

 

Pero, ¿qué es la ignorancia para Sócrates?

Sócrates siempre iniciaba sus conversaciones desde un estado de “no sé” y terminaba en el estado de, “no sé”. El viaje de sabiduría pasaba de una pregunta a otra y no, de una pregunta a una respuesta. Sócrates encontraba inspiración en la práctica de la curiosidad. Aceptando la incomodidad de la ignorancia— carecer de sabiduría— y que nunca habría descanso para quien quisiera alejarse de ella.

 

 

“La ignorancia es muchas cosas en la filosofía Socrática: un descubrimiento asombroso, una enfermedad crónica, un motivador, un enemigo, y quizás algo inevitable” - Ward Farnsworth

 

 

Si la ignorancia es el estado inicial para acercarse a la sabiduría, de cierta manera podríamos aceptar su inevitabilidad mas no conformarnos con ella, y entonces, reconocerla para esforzarnos por algún día alcanzar la verdad.

De alguna manera es lo que nos invitaba a hacer el filósofo cuando decía, “nadie comete un error a propósito, sino por ignorancia”. Una persona que tiene vicios, que hace daño o que vive miserablemente, lo hace por que no ha pensado lo suficiente sobre sus posiciones.

El conocimiento que tenía Sócrates no era el que pone fin a la curiosidad, sino más bien era uno que siempre estaba listo para ser sometido a escrutinio para descubrir areas de incongruencia.

Pero para Sócrates definitivamente existe una forma de ignorancia peor que el resto.

 

 

“Cuando una persona supone que que sabe, y no sabe; esta parece ser la fuente de todos los errores del intelecto” - Platón, El Sofista. 229cd

 

 

La doble ignorancia

La doble ignorancia es una infección que debemos de cortar de raíz, porque nos aleja de nuestra mejor versión— pensamientos y acciones. Es que tener consciencia de tus posibles errores le pone un freno a tus acciones, al tomar en cuenta los riesgos. Pero cuando una persona se siente dueña de la verdad, esto le quita la voluntad para aprender y eventualmente llevándole al desastre— perdidas materiales, relaciones fallidas, errores de proceso, etc. Pero, ¿qué pasa cuando una persona en posición de doble ignorancia está liderando a otros?, las consecuencias afectan a todos.

 

Y entonces, ¿cuál es el antídoto contra la ignorancia?

  1. Cuestionálo todo, en especial aquello que has dado por un hecho hasta hoy.
  2. Atendé la vida desde la curiosidad y no desde la sospecha. Pues, la curiosidad tiene su raíz en la humildad, mientras que la sospecha del juicio.
  3. Saber lo que no se sabe. Y para saberlo, es necesario exponerse a nuevas ideas, nuevas fuentes, tener diferentes conversaciones y explorar apasionadamente la experiencia humana.
  4. Imagináte que en tu mente vive un pequeño Sócrates, que siempre está haciéndote preguntas.

 

 

“La clave no es recordar constantemente que estás equivocado. Solo intentá olvidar por un rato lo que ya has dado por un hecho.” -Ward Farnsworth

 

 

¿Qué podemos aprender de Sócrates y la ignorancia?

Que la ignorancia es nuestro punto de partida para atender la vida, pues es el estado de quien quiere aprender, descubrir y darse cuenta de lo que no sabe. Además, que la ignorancia es nuestra condición natural por defecto— no podemos negarla y mas bien negarla nos limita para vivir una experiencia plenamente humana.

Y al mismo tiempo, el sentido de la vida gira entorno a la esperanza de alejarnos de ella, acercándonos a la verdad. Al menos, tentativamente, por un momento.


 

Si alguna vez, luego de tanto pensar con respecto a un tema te encontrás en un estado de confusión, perplejo ante la falta de palabras o argumentos para darle sentido a las cosas. Cuando te has quedado sin recursos para responder. Como si quisieras encontrar terreno sólido pero resbalándote en arena. Esto se llama, Aporía: una paradója o dificultad lógica insuperable.

Esta puede ser una fuente de satisfacción o un engaño para tu proceso meta cognitivo—pensar sobre lo que has pensado.

En el próximo artículo, exploraremos el concepto con mayor profundidad.

Provecho con tu ignorancia y con la búsqueda de la verdad. Que así es como, quizás, poco a poco te irás acercando a la virtud. Quizás. 

 

 

 

Jorge

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