"Ampliar nuestra práctica de consciencia es una decisión que podemos tomar en cualquier momento. No se trata de una búsqueda, aunque está cargada de curiosidad y hambre. Hambre por ver cosas hermosas, escuchar sonidos hermosos, sentir sensaciones más profundas. Aprender y, estar fascinado y sorprendido continuamente." - Rick Rubin
La vida es un cúmulo de experiencias que suceden en un abrir y cerrar de ojos, experiencias que nuestro cerebro procesa y guarda en la memoria microscópica del instante para hacernos saber que están ocurriendo o en su defecto, que pasaron hace un tiempo atrás. Si lo analizamos bien, la vida resulta ser fugaz, pasajera, momentánea en la perspectiva del todo. Lo nuestro es solo un grano de arena en el desierto infinito de la historia del universo. Y es la suma de cada momento y la calidad de estos momentos lo que define nuestra calidad de vida. Pero, ¿de qué depende esto? De nuestra capacidad para estar presentes, es decir, estar en donde estemos decidiendo estar allí, con la consciencia de que todo pasa— Los momentos increíbles pasan, ¿cómo los vas a vivir?, los momentos no tan agradables, también pasan y podemos continuar con la vida que nos queda, sin quedarnos pegados en eso que luego existe solo en nuestra memoria— en nuestra mente.
Todo afuera nos exige atención, pasamos bombardeados por los estímulos de lo externo; lo último en tecnología, los cuerpos hermosos, el carro que no tenés, el viaje que no has hecho, el lugar de comida que no has visitado, el título que aún no has logrado, etc. — lo que es versus lo que querés que sea, lo que es versus lo que no fue...
No sé si te has dado cuenta, pero esta es la base del sufrimiento— la comparación constante que lleva a la insatisfacción. El sufrimiento ocurre por apegarnos a los pensamientos del pasado, con remordimiento, culpa, rencor o tristeza; o limitar tus experiencias, metas y sueños por los pensamientos futuros cargados de miedo, ansiedad, estrés o angustia.
Estar presente es estar vivo. Estar presente es un recordatorio de que todo lo que está vivo, cambia y tiende a la finitud. Estar presente es reconocer que vamos a morir y que las personas a nuestro alrededor no estarán para siempre. Estar presente es aceptar la vida que se nos ha dado para decidir vivirla lo mejor que podamos. Estar presente es aprender del pasado e inspirarnos en el futuro para construir nuevas posibilidades. Aquí y ahora.
Estar presente, es un entrenamiento, así es como aprendemos a vivir. No se trata de algo fácil, sino de asumir con responsabilidad lo que si está en nuestro poder— vivir la vida que queremos vivir. Paso a paso. Con dignidad, virtud y pasión.
"Quien está en todas partes está en ninguna parte", le dijo Séneca a Lucilo, y yo te lo dejo como recordatorio para vivir una vida de presencia. Estar aquí y ahora. Vivir no una vida dictada por lo que digan los otros, las redes sociales o la sociedad, sino una cargada de intención y presencia— una vida plenamente humana; con lógica, razón, creatividad y empatía. Recordando con aceptación que en el momento presente, todo está bien.
Jorge
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