Todo es ilusión, en especial todas tus conjeturas y conclusiones apresuradas sobre el significado de lo que los otros dicen, sienten y piensan.
“La mayoría de personas, cuando han sido confrontadas con algo que no comprenden, no se dan cuenta de que no lo entienden porque son capaces de tener una explicación que tenga sentido basándose en su perspectiva propia y sus experiencias en el mundo, por más limitadas que sean. Todos queremos que el mundo tan complicado en el que vivimos tenga sentido. Entonces, nos contamos a nosotros mismos historias que llenen el vacío de lo que son efectivamente, puntos ciegos.” -Morgan Housel, The psychology of money
Según se plantea en Neurosemántica, los seres humanos somos creadores de significados y aunque en el mejor intento, no siempre asignamos el mejor significado a las cosas que suceden. ¿Cómo nos damos cuenta? Por los resultados en las interacciones y las experiencias emocionales que aveces no son las que quisiéramos.
Últimamente he sido testigo de múltiples conflictos interpersonales producto de una inclinación natural a interpretar en simultáneo lo que los otros dicen, no es que por casualidad los haya presenciado es solo que he estado prestando especial atención a la raíz de cada uno de ellos. Se trata de algo natural que es prácticamente automático y es una barrera invisible que es imposible superar si no la podemos reconocer en su momento. Basados en nuestros modelos mentales sobre el mundo interpretamos la información que nos llega del mundo y los otros. No es como que tenemos otra opción, distorsionamos la realidad tal como una foto distorsiona la realidad. Eso sí, lo nuestro es mucho más complejo.
Las distorsiones no son malas ni buenas, simplemente nos pueden ayudar a disfrutar del poder de la imaginación para planificar, crear, ver posibilidades, etc. O bien nos pueden limitar la riqueza de la experiencia por alucinar terror, traumas, desdichas y entonces experimentar el dolor emocional. También, gracias a que distorsionamos podemos construir instancias emocionales agradables ante situaciones no tan agradables como un despido laboral, el cese de una relación, una lesión física, etc. “Es que aprendí tantas cosas de ese despido-divorcio-accidente”
Cuando distorsionamos alteramos la representación sobre algo y para lograrlo lo hacemos con los recursos internos que tengamos disponibles; recuerdos, valores, entendimientos, abstracciones, conceptos, creencias, experiencias, etc. Cuando no distorsionamos de una manera saludable entonces construimos representaciones dañinas que nos hacen sentir dolor, nos limitan y nos sabotean. Existen diferentes maneras en las que podemos distorsionar la realidad, y yo te voy a ayudar a distinguir una en específico: lectura de mente.
Es la forma de distorsión lingüística en la que los seres humanos eliminamos el proceso de “realmente saber” y más bien imaginamos lo que los otros piensan, intentan, sienten, etc.
Lectura de mente es leer motivos, valores, intenciones y emociones de las demás personas. Y se manifiesta lingüísticamente en declaraciones que asumen el conocimiento sobre el estado interno de otra persona. Hablamos como si fueramos capaces de leer la mente del otro. Obviamente no podemos y sin embargo vivimos la experiencia como si realmente pudieramos. Date cuenta de esto y pensá en lo, ya de por sí, complicado de leer tu propia mente.
“Esta persona no cree en mí”, “yo sé lo que pretendés con ese tono”, “él tiene un asunto en contra de las personas que lo cuestionan”, “ella no me necesita”, “a él solo le importan sus objetivos”, “está reaccionando así porque no te gusta escuchar la verdad”, “es que me ve la cara de estúpida”, etc.
Cuando leemos mentes, al menos lingüísticamente, operamos desde un estado de conjetura en el que no existe una explicación racional sobre “cómo” sabemos lo que la otra persona piensa, siente, quiere o experimenta, etc. Cuando hablás sobre el mundo interno de otra persona sin haber recibido información directamente de esa persona, estás operando desde un patrón de distorsión del lenguaje dañino.
“Se cree la persona más importante del mundo.”
Este patrón del lenguaje y de pensamiento implica que una persona cree saber o cree que puede saber lo que otro piensa y siente sin siquiera preguntar. Algunos creen esto, otros actúan como si lo creyeran y otros piensan que sus habilidades “intuitivas” son tan buenas que tienen la habilidad para hacerlo con efectividad. Las expresiones de “lectura de mente” presuponen demasiado. Presuponen saber lo que está sucediendo en el mundo interno del otro. Y sí, existen personas con un alto grado de sensibilidad y habilidad para calibrar las expresiones de otras personas mas esto no es equivalente a un poder sobrenatural para adivinar el mundo interior de las demás personas.
El asunto con el lenguaje es que es nuestra principal herramienta para no solo expresar y entender, sino y más importante aún, para construir la realidad. Si querés mejorar tu experiencia y tus interacciones sociales, empezá por prestarle atención a la forma en que expresás tus ideas, emociones, necesidades y perspectivas. En cuanto a lectura de mente, evitá las frases que empiezan con “vos”, “usted”, “tu”; “es que vos pensás que…”
Ahora, tu intuición o percepción sobre la reacción del otro no sería lectura de mente si a la hora de expresar tu perspectiva lo hicieras tentativamente, permitiendo que la otra persona corrija si es necesario.
“Me parece que estás pensando o sintiendo algo que no está relacionado a lo que te acabo de decir y te sentís incómodo, ¿es así?”
“Cuando me decís esto de esta manera, siento que no creés en mis habilidades. ¿Estoy percibiéndolo correctamente?”
Si no ofrecés la oportunidad para verificar y clarificar, estarás utilizando una alucinación para evaluar una situación con detalles que no sabés. Imagináte esto en cadena, es decir, entre emisor y receptor en interacción constante a partir de lectura de mente entre uno y otro. Bueno, lamentablemente es más normal de lo que quisieramos y es la raíz de todo conflicto.
“Reconociendo que todos tus pensamientos y emociones, todas tus creencias, opiniones, juicios, entendimientos, paradigmas, etc., son ‘solo mapas’ también te libera de la ceguera del dogmatismo y te abre la posibilidad de explorar un nuevo mundo. Te libera de las viejas reacciones semánticas, te dota de un nuevo grado de flexibilidad y de voluntad para utilizar la realimentación para continuar corrigiendo y refinando tus mapas. Esto realmente promueve la verdadera ciencia y la sanidad.” -L. Michael Hall, phd. The New Meta Model 2021
Nadie está realmente loco, es solo que cada quien hace lo que hace creyendo que es lo mejor, e inclusive, sin pensarlo demasiado haciéndolo como lo saben hacer. Lo que desde afuera puede parecer una estupidez, internamente puede tener una lógica, de acuerdo a un mapa que le da sentido. Nuestro cerebro funciona por predicciones, está en nuestro ADN. Al aceptar que no todas funcionan efectivamente podemos darnos la oportunidad de utilizar el entorno, cada interacción y experiencia como una oportunidad para actualizar nuestro modelo del mundo—nuestro mapa. Y, ¿qué mejor manera de hacerlo para una especie social que en interacción con los otros? Una que sea la más limpia posible; empática, humilde y curiosa.
Jorge
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