¿Estás eligiendo bien tus pensamientos?

Por Jorge F. Chaverri M.

01 de Mayo 2022

 

Tus pensamientos van y vienen, en forma de historias, supuestos, ideas y creencias. Estos pensamientos afectan tu forma de percibir el mundo, tus estados de ánimo, la calidad de tu experiencia y tus interacciones con los demás. ¿Sabías que tenés el poder de elegir a qué pensamientos dejar habitar tu mente? El emperador Marco Aurelio me lo recordó una vez mientras leía sus meditaciones, “¿sabías que no tenés que tener una opinión con respecto a todo?”.

Es que no solo no estamos obligados a tener una opinión con respecto a todo sino que además podemos sostener y confirmar los pensamientos que hagan que nuestra vida sea más placentera, tranquila, inspiradora— aquellos pensamientos que nos empoderen. Gracias a la Neurosemántica hoy sabemos que tenemos herramientas mentales para construir el Imperio de nuestra Mente, con intención, con nuestros mejores recursos y el poder de la reflexividad, es decir, pensar con respecto a lo que pensamos y sentimos. 

Un pensamiento es una idea que representa al mundo y además una señal para el sistema mente-cuerpo. Cuando un pensamiento es confirmado, se convierte en una creencia— “así son las cosas”, “esto es la verdad”, “esto es real”. Cuando le hemos dado importancia a un pensamiento, éste toma fuerza y se convierte en una creencia. Una creencia es la confirmación sobre pensamiento.

Una creencia es mucho más que un simple pensamiento. Richard Bandler dice que es “un comando para el sistema nervioso”. Esto sucede porque al creer algo como real, nuestro sistema nervioso se activa tomando nuestra perspectiva como la realidad. De cierta manera, nuestro sistema mente-cuerpo funciona para metabolizar creencias, las digerimos y las volvemos un filtro para operar en el mundo. Esto es sencillo de demostrar con el famoso “efecto placebo”. Nuestros cuerpos buscar hacer real lo que nuestras mentes dieron por un hecho. Nuestro sistema de mente-cuerpo está diseñado para programar, metabolizar y hacer real lo que creemos que es cierto.

 

¿Cómo confirmamos un pensamiento?

Primero que todo, una idea no tiene que ser cierta para creer en ella. Así funciona nuestra psicología de las creencias y significados. No es “lo real” lo que determina una creencia sino la confirmación. No importa si tiene sentido o no, si es ridículo o basado en hechos. Un proceso de confirmación se puede dar de forma consciente o inconsciente. La confirmación es el resultado de los criterios subjetivos que cada persona necesita para convencerse. Conforme los significados se elevan, las creencias pueden volverse conceptos abstractos, conocimiento, paradigmas, entendimientos. Estas son algunas de las formas en que naturalmente confirmamos pensamientos:

  • Autoridad. Alguien a quién se ha colocado en una posición de autoridad lo dijo, lo leíste en un libro, es basado en religión.
  • Repetición. El número de veces que necesitás escucharlo para aceptarlo y confirmarlo.
  • Intensidad. Por un evento emocionalmente relevante, una idea expresada con pasión o convicción. Un evento tan emocionalmente impactante que tu cuerpo dice “esto tiene que ser real”.
  • Familiaridad. Tradiciones familiares o culturales, una idea que te resulta cercana y te resulta familiar. Un “aha” moment.
  • Lógica. Cuando una idea tiene sentido para vos, para ser lógica de acuerdo a tu manera de ver el mundo.

 

¿Qué pasa cuando le has asignado mucha importancia a una idea?

Al asignarle significados a algo, ya sea positiva o negativamente, le estás cargando de importancia. Cualquier cosa como una experiencia, una persona, un evento, una palabra, una idea, un recuerdo... puede estar tan cargado que se convierte en algo “especial”, “sagrado”, “la cosa más importante”, “algo... real”, etc. Y esto puede ser una bendición o una maldición.

De esta forma es que nos volvemos reactivos ante nuestras creencias o encendemos una neurosis en busca de “la mentira”, cada vez que alguien desconfirma o invalida directa o indirectamente nuestro “objeto importante”. Esto se debe a nuestra naturaleza psico- lógica, somos creadores de significados y por nuestro poder reflexivo(pensar con respecto a lo que pensamos y sentimos) agregamos capas y capas de pensamientos sobre cualquier idea que internamente siempre tiene sentido, externamente, aveces, puede ser objeto de estupidez o de genialidad.

 

¿Estás listo para hacer control de calidad sobre tus creencias?

💡 Tené cuidado a lo que le decís “sí” ó confirmás casualmente asintiendo con tu cabeza. Recordá que como decía Marco Aurelio, “tu alma se tiñe del color de tus pensamientos”.

 

Jorge

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