Desde tu lugar de trabajo hasta una simple interacción con tu familia. Las consecuencias de tus palabras, tu tono de voz y tu gestos, pueden promover acuerdos o provocar incomodidad. Y, ¿qué hacer la respecto? Atender lo que está en tu poder.
Un estado emocional se manifiesta de cuatro maneras: lo que pensás, lo que sentís, lo que decís y lo que hacés— estos son tus cuatro poderes personales. Un estado es un continuo de experiencia individual que no solamente tiñe tu perspectiva sino que da pie a tu actitud ante las cosas. Cuando nos comunicamos estamos manifestando un estado. Entonces, hablar por hablar está lejos de ser comunicación, pues, como seres sociales lo que digamos y cómo lo digamos impacta el sistema nervioso de los otros y al mismo tiempo estimula los significados de la mente de aquellos con quienes nos relacionamos.
Hay ciertas cosas que son importantes para tomar en cuenta a la hora de interactuar con humanos y transmitir los mensajes que en nuestra mente necesitan ser expresados.
Tenemos un cerebro que opera con la información disponible para tomar decisiones, alejarnos de amenazas y mantener nuestro bienestar. De cierta manera nuestros pensamientos más arraigados son comandos para nuestro sistema nervioso y por ello nuestros comportamientos naturalmente refuerzan nuestros patrones de pensamiento, en un ciclo de prueba y error. Si nos apegamos, por ejemplo, a la creencia "las personas con las que trabajo no son competentes en su puesto", no solamente limitaré mis interacciones con ellos sino que en el momento de interactuar lo haré desde un estado teñido por esta creencia, provocando inconscientemente que mi cerebro confirme lo que di por hecho.
Si querés profundizar con respecto a esta idea te invito a leer mi artículo: "liderar es creer en los otros".
Somos seres lingüísticos, pues dependemos de las palabras y los significados para dar sentido y crear nuestra realidad. Pero debemos tomar en cuenta que la interpretación está "en el ojo del observador". Es decir nuestra perspectiva es subjetiva, relativa y totalmente personal. Pensá en cuantas veces alguien ha usado el diccionario para tomar como referencia el significado de conceptos como: amor, dinero, tiempo, esfuerzo, lógica, empatía, orden, etc. También pensá en si alguien usara el diccionario, ¿a cuál de todas las definiciones se estaría refiriendo?
"Inventá algo. Ponéle un nombre y habrás creado un concepto. Compartí ese concepto y mientras alguien esté de acuerdo, habrás creado una realidad social". -Lisa Feldman Barrett
El lenguaje es ambiguo y seductor. Seductor en el sentido en que estimula de inmediato nuestros significados ambiguos, basados en nuestra historia personal y nuestro conocimiento limitado. Comunicarse no es solo hablar por hablar sino ser capaz de poner en común. Para ello se necesita intención y precisión, o sea, utilizar un lenguaje basado en evidencia o hacernos responsables por invertir tiempo y esfuerzo para construir realidades compartidas.
Por más que en tus sueños más atrevidos lograras el éxito por tu cuenta— sin el apoyo de otros— esto no resulta más que una ilusión. En el camino para lograr tus metas necesitarás del apoyo de otros: mentores, colaboradores, asesores, socios, referentes, clientes, etc. Y esto significa que vas a requerir de los recursos para negociar, construir acuerdos, resolver conflictos, inspirar, comprender, influir, vender, convencer y apoyar. ¿Estás preparado para comunicarte y lograr cosas grandiosas?
Como dijo alguna vez L. Michael Hall, "deberíamos tener licencia para comunicarnos", es que con las palabras podemos descubrir posibilidades o destruir mundos.
Definitivamente, comunicarte no es algo que debés dar por un hecho pues no se trata simplemente de hablar por hablar. Tampoco es un lujo para algunos cuantos sino de una necesidad fundamental de todo ser humano que aspire a la grandeza y vivir una vida plena.
Jorge
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