No hay demasiado que podamos controlar. Aunque nuestra mente genere expectativas ilusorias e imponga estándares sobre lo que los demás hagan o digan. Nada externo está en nuestro poder. Pero, ¿cómo vivir una vida digna siendo una especie social y con impotencia en relación a los externos? O sea, influimos en nuestro entorno, impactamos las emociones de otros, estimulamos los pensamientos de quienes interactúan con nosotros, nuestros actos tienen consecuencias. Pero no controlamos nada de ello. Entonces, ¿cómo vivir de la mejor manera en medio de esta realidad? La clave está en la responsabilidad.
El concepto de responsabilidad es la clave y aunque para muchos pueda ser motivo de rechazo o incomodidad, tener una buena relación con este valor puede hacer la diferencia para vivir una vida que valga la pena ser vivida. Responsabilidad es una palabra que proviene del verbo latín, "responsum" que significa responder. Por lo que podríamos decir que responsabilidad es: la habilidad para responder.
Pero respondemos no por cualquier cosa, sobre todo cuando no está en nuestro poder. Por ello quizás podríamos por visualizar la responsabilidad como un contínuo en el que en un extremo tenemos la irresponsabilidad, básicamente negligencia, y en el otro extremo tenemos la sobre-responsabilidad, o sea, asumir más de lo que nos corresponde. Y esta tiende al "burn out". En el balance nos encontramos con nuestra habilidad para responder por {nuestros poderes personales}— lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Nada más. Nada menos. La responsabilidad nos invita a hacernos cargo de lo que depende enteramente de nosotros. Somos responsables por: nuestros poderes personales.
Pero como especie gregaria, en nuestras interacciones surge otro tipo de responsabilidad. La responsabilidad social y, esta consiste en responsabilizarnos por nuestros poderes ante las demás personas. Es decir, reconocer que lo que hagamos tiene consecuencias en el entorno, que lo que decimos y cómo lo decimos impacta el sistema nervioso de los demás.
La responsabilidad social nos invita a hacernos cargo ante los demás por los acuerdos. Porque una vez que interactuamos, negociamos y/o aceptamos, hemos construido un acuerdo y por ende una realidad en la que las demás personas cuentan con nuestra parte avanzar en dirección a un objetivo. Así es como logramos cosas en interacción con otros.
Jorge
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