Trucos para hackear tu mente en el 2022

La mente es el producto de tus experiencias previas, no lo digo como sentencia definitoria sino más bien como el punto de partida para comprender que si creamos nuestra realidad con información del pasado también es posible mejorar nuestro presente y futuro abriéndonos a las posibilidades, aquí y ahora, a partir de hoy.

¿Cómo funciona tu cerebro?

Tu cerebro es un órgano que tiene la función principal de hacernos sobrevivir; alejándonos de amenazas y acercándonos a lo que nos genere bienestar. Existe una comunicación constante entre tu cerebro, tu cuerpo y el entorno, este proceso se llama: mente. Basado en lo que experimentas en un lugar y momento específicos tu cerebro se pregunta: “¿qué se supone que debo hacer ante esta situación?” y más aún, “¿qué se supone que debo hacer ante esta situación cuando me siento así?”, en ese momento interpreta lo que esté ocurriendo en el mundo externo y las señales internas de tu cuerpo para generar un plan de acción basado lo que has aprendido a través de tu vida. El cerebro puede entonces tomar decisiones basado en esta comparación—presente versus pasado; actuando con la referencia pasada como base, obteniendo una respuesta del entorno como realimentación y entonces, actualizar el error de predicción en el caso necesario generando un nuevo aprendizaje. Porque de hecho, de tus predicciones algunas resultan efectivas y otras fallidas.

La mente es el proceso de comunicación constante que existe entre nuestro cerebro, cuerpo y entorno, o sea que, nuestra percepción de la realidad depende no solo de nuestro pasado sino de nuestro estado de ánimo, estilo de vida o hábitos y el contexto en el que estemos. 

¿Qué podemos hacer para Hackear la mente?

De una manera sencilla te podría decir que reconociendo nuestra naturaleza vos podrías empezar a cuestionar tus comportamientos y darte la oportunidad de cambiar lo que sea necesario. Como decía Viktor Frankl, “si ya no sos capaz de cambiar el entorno, has sido retado a ser vos el que cambie”, después de todo esto sí está en tu control. 

Te comparto 3 cosas que podrías hacer para Hackear tu mente: 

1. Experimentar nuevas cosas: viajar, hacer algo a lo que le has tenido miedo, conocer nuevas personas, leer nuevos libros, comer algo que nunca antes has comido, practicar un nuevo deporte, etc. 
2. Cambiar el contexto: si te das cuenta de que tu estado de ánimo no es el mejor, intentá cambiando el contexto, por ejemplo en el trabajo moviendo el escritorio de lugar, yendo a un café a trabajar o a un lugar de cowork, moviendo los muebles de lugar.
3. Atención al cuerpo: el cuerpo es el principal filtro de la realidad. Prestá atención y hacé lo necesario por tener mejores hábitos; mejorá tu calidad de sueño, alimentación y ejercicio. Hay momentos en que inclusive un cambio de postura o una pequeña siesta pueden darte nuevas perspectivas. 

La mente construye creencias

Las creencias son todos los aprendizajes resumidos en pequeñas ideas a las que les dijiste: Sí,¡es cierto!. Las creencias son generalizaciones con las que nosotros filtramos lo que vivimos de una forma muy práctica. 

Las creencias preceden nuestros comportamientos ya que, se vuelven la intención que dirige nuestra atención. Vienen siendo un atajo de la mente que fácilmente se convierte en profecía auto cumplida, no porque tengas poderes mágicos sino porque tu atención se encargará de rellenar con tus interpretaciones lo necesario para reforzar tu creencia. Recordá cada vez que alguien dice “no puedo” lo que sucede… o cuando una persona dice “es que todos los hombres son iguales”, “todas las mujeres son iguales”… hoy habemos más de 7.7mil millones de personas en el mundo y difícilmente esta idea tenga coherencia… sin embargo con base en ellas, quien las haya asumido, tendrá una realidad acorde por haberse limitado a creerla. 

El poder del lenguaje no es una metáfora.

Esto sucede, la mayoría de veces, sin que nos demos cuenta. Todos tenemos creencias, algunas limitantes y otras empoderadoras, como la idea de “yo sé aprender”, o “yo sé hacer dinero”, “el mundo es cambio”,  o “si me esfuerzo lo suficiente lo puedo lograr”, etc. 

¿Cómo descubrir creencias?

Existe un ejercicio muy fácil que podés hacer para aplicar en diferente áreas de tu vida y que consiste en reconocer un comportamiento que tenés y que querés cambiar. 

Basado en la premisa de que tus creencias preceden tus comportamientos, el truco está en encontrar cuáles son las que sostienen eso que querés cambiar. 

Tomá lápiz y papel, y escribí diez ideas con respecto a este comportamiento que sí te sirven (empoderadoras), luego escribí diez que no te sirven(limitantes). Y de manera intencional y consciente cambiá las limitantes por su opuesto positivo, escribí las diez creencias sustitutas de estas que hasta hoy te han alejado de los resultados que querés en tu vida. 

Podés descubrir creencias haciéndote preguntas sobre la vida, el tiempo, los otros, tu idea del “YO”, el mundo, la importancia que le das, la intención que tenés al hacerlo, entre otras.

Utilizá tu creatividad para explorar la estructura de tu mente. "Una vida que no haya sido examinada no vale la pena ser vivida", decía Sócrates. 

Para hackear tu mente es necesario saber en dónde enfocar tu energía

Lo que podemos controlar y lo que no

Durante muchas décadas en el Imperio Romano se adoptó una filosofía como guía de vida, influyendo en miles de personas en diversas condiciones; desde esclavos convertidos en maestros, escritores asumiendo el rol de asesores políticos y hasta un filósofo nombrado emperador. 

Esta filosofía es llamada Estoicismo y, consiste en enfocar nuestra energía en lo que podemos controlar con el objetivo de alcanzar la excelencia— el máximo potencial humano, reconociendo que somos seres capaces de utilizar la razón y el lenguaje y además somos seres fundamentalmente sociales. 

Epicteto, el famoso maestro Estoico quien fuera esclavo durante 30 años, lo dijo así: “Algunas cosas dependen de nosotros y otras no. De las que sí dependen están nuestros pensamientos y nuestras acciones. En una palabra nuestra actitud. Las que no dependen son las opiniones de los demás, la acciones de los demás, nuestro cuerpo, la fama, etc. En una palabra, los externos.”

Muchas veces perdemos el tiempo y recursos en cosas que se alejan de nuestro control por no haber entrenado nuestra mente lo suficiente como para enfocarnos en nuestra esfera de poder: nuestros pensamientos y nuestras acciones. 

La aceptación es el primer paso para avanzar en dirección a nuestros objetivos, ¿aceptación de qué? Aceptación de lo que podemos controlar y lo que no. 

De esta manera inclusive nuestras emociones se pueden volver una pieza de información muy importante para nuestro autoconocimiento y autorrealización, porque aunque inicialmente no podamos controlar el haber percibido una situación de cierta manera y enojarnos, ver a esa persona e interactuar con ella y luego sentir enamoramiento, recibir una noticia inesperada que nos provoca tristeza, sí podemos prestar atención a nuestro cuerpo y experiencia personal para tomar decisiones y elegir las perspectivas que más nos beneficien. 

“No son los eventos que nos suceden los que causan nuestro sufrimiento sino nuestros pensamientos con respecto a ellos” -Epicteto

 

Hacks definitivos para este 2022

1. Date la oportunidad de experimentar cosas nuevas. 
2. Mejorá tus hábitos porque de esto depende tu cuerpo y de esto depende tu experiencia momento a momento. 
3. Sé intencional en la información que dejás entrar a tu mente, que tu mente se tiñe del color de tus pensamientos, decía Marco Aurelio. 
4. Utilizá tus emociones como piezas de información y no como punto de partida para tomar decisiones. Expectativa versus realidad, de aquí nacen las emociones. 
5. Entrená tu mente para enfocar tu atención en lo que sí podés controlar y alcanzar la sabiduría para diferenciarlo de lo que no.
6. Elegí un hábito poderoso y hacélo pase lo que pase. 

Tenés un cerebro maravilloso, capaz de ser moldeado de acuerdo a tus hábitos de pensamiento y comportamiento. Elegí ser intencional y tomar el mundo como tu campo de entrenamiento para fortalecer el músculo del bienestar— ese que se ejercita momento a momento en cada oportunidad con tu decisión de ser tu mejor versión. Operá desde la autocompasión para comprender que hacés lo mejor que podés con tus recursos y con determinación para elegir siempre lo que es mejor, aún cuando sea lo más difícil. 

Jorge