Especial: Kobe Bryant

Uncategorized Jan 27, 2020
 
 

Me doy permiso de sentir una emoción oscura al haberme enterado de una noticia tan trágica como la muerte de uno de mis ejemplos de éxito pero también de utilizar estas emociones para mi beneficio y para el de los demás.

 

Este también es un recordatorio de que tan frágil es la vida, de lo impermanente e impredecible y que para nosotros tanto como para él las cosas pueden cambiar en cualquier momento y cumplir un ciclo cuando menos lo esperamos, esta es la vida.

La vida es muy corta como para pasarla aburrido y con limitaciones, con miedos y sufrimiento. La vida podría acabar ahora, diría Marco Aurelio "dejá que esto determine lo que pensás y hacés."

 

Kobe fue ejemplo de éxito, pero voy a ser claro en algo, no tiene que ver con sus anillos o reconocimientos, sino más bien en haber alcanzado la grandeza en todo lo que se propuso descubriendo su máximo potencial en cada momento, sin miedo a fallar porque de hecho falló miles de tiros, sin miedo al que dirán(lo compararon y lo criticaron durante toda su carrera), exigiéndose más y más para dar el ejemplo como líder de una organización, renunciando a su individualidad para ofrecerle el protagonismo a Shaq por el bien del equipo, haciendo todo lo que debía hacer para alcanzar el nivel más alto que podía alcanzar(no más alto que otros, sino su más alto nivel), esto incluía rutinas de pesas que nadie más hacía, estudio con video de su equipo y los otros como nadie más, sesiones de meditación, terapia, y sacrificando el sueño con tal de trabajar y ofrecerle tiempo a su familia.

Esto se resume en compromiso con sus ideales, compromiso consigo mismo, esto es determinación, esto es disciplina, amor propio y amor por los demás.

 

Kobe dejó las canchas en lo que fue una temporada altamente emotiva dejando un poema dedicado al deporte de sus amores que luego se convirtió en la base de un cortometraje tan bien producido que ganó un Oscar, creó una escuela para formación de cuerpo y mente de atletas jovenes mientras se dedicaba a desarrollarse en el campo de storytelling para promover una mentalidad de crecimiento en los niños por medio de podcasts y otras fuentes de contenido.

 

Esto debe ser inspiración para tod@s, porque si un ser humano pudo lograr algo, todos somos capaces de hacerlo. Y, ¿que logró Kobe?, experimentar la grandeza, su grandeza.

 

Tod@s tenemos un llamado, todos tenemos habilidades, intereses y experiencias que nos hacen únicos, no nos demos chance de dejar este mundo sin habernos asegurado de hacer lo que tengamos que hacer para alcanzar nuestro máximo potencial, en este preciso momento.

 

Los estoicos reflexionaban constantemente sobre la muerte y no por morbo o con un motivo deprimente sino para aceptarla como parte del curso natural y decidir que hacer con el tiempo que les quedaba de vida, para reconocer que hay muy poco que podemos controlar y que la muerte no está en nuestras manos pero la forma en que decidamos vivir, si.

Dice Robert Greene, que si logramos perder el miedo a la muerte aceptando que es parte de la vida, habremos perdido el miedo a todo.

 

Yo estoy seguro que Kobe estaba en paz con la vida que decidió vivir, sin miedo a nada.

 

Memento Mori.

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