En contra de la perfección

"Nada puede traerte el éxito sino vos mismo. Por supuesto que vas a necesitar de la cooperación de otros si estás apuntando a alcanzar algo más allá de lo ordinario, pero nunca tendrás colaboración de otros a menos que tengás una mente enriquecida con la actitud positiva de la autoconfianza." -Napoleon Hill

La epidemia de la perfección está afectando a muchas personas, generando bloqueos internos que impiden liberar su verdadero potencial y desgastando la autoconfianza al perseguir estándares ambiguos e irreales, viviendo una vida sin realización. La perfección es una idea limitante, pues algo perfecto es, por definición, inmejorable e inalcanzable.

Entiendo que la búsqueda de la perfección está alineada con la aspiración de lograr resultados extraordinarios. Sin embargo, si nuestra necesidad de seguridad depende de la aprobación y validación externa, estas estrategias inconscientes nos conducen a estados neuróticos de persecución de un ideal inalcanzable. Siempre persiguiendo. Nunca suficiente.

Por eso, creo que es fundamental eliminar la ilusión de la perfección de nuestra realidad y dejar de pretender ser perfeccionistas como excusa para no asumir los retos de la vida con autenticidad— con libertad, diversión, expansión y gozo.

Si buscas seguridad y confianza, pretender alcanzar la perfección solo te alejará de intentarlo. Pero la curiosidad, en cambio, puede ser tu mejor aliada. La confianza en uno mismo no se construye con ideas vacías; no basta con "creérsela" ni con el lema "fake it 'till you make it". La autoconfianza se fortalece poniéndote a prueba, arriesgándote, intentando, actuando y viendo cómo los resultados confirman tus capacidades.

El perfeccionismo es una idea rígida para un mundo que siempre fluye, que está lleno de posibilidades, impredecible y que está lejos de nuestro control. La curiosidad, por otro lado, te permite atender lo que ocurre en el presente con una mentalidad abierta, con disposición para aprender, adaptarte y disfrutar cada momento.

Reconociendo la intención positiva del perfeccionismo, podemos actualizar nuestras estrategias y seguir persiguiendo el progreso, la excelencia y nuestra mejor versión sin comprometer nuestra salud mental ni limitar nuestro potencial. La vida es muy importante como para tomársela demasiado en serio. Jugá con los conceptos problemáticos y utilzá tu poder para resignificar cualquier idea que te esté bloqueando para vivir la vida que querés vivir.

Jorge