El mejor hábito que podés tener en tu vida y algo más
El hábito más importante que debés desarrollar durante este año es el de construir el imperio de tu mente, sabiendo distinguir entre lo que está en tu control y lo que no. Te recuerdo que fuera de tu esfera de poder está lo que los demás hagan o digan; las opiniones de los otros, los insultos, los chismes, los reclamos, la forma en que digan las cosas… y prestar demasiada atención a ello te quita energía para enfocarte en tu crecimiento y las metas que te has trazado.
“Nadie a quien le importemos realmente nos quiere ver sufrir. Ellos querrían que estemos a salvo, cómodos y felices, y no tener que vernos mirar al suelo de un calabozo que contiene cada fragmento de nuestros sueños rotos. Muy Mal. Hay mucho potencial en esos momentos de dolor. Y si lográs resolver cómo unir esas piezas de nuevo, ¡descubrirás mucho poder también!”
-David Goggins
Todos tenemos sueños, deseos también, metas trazadas, hábitos ideales que solo existen en nuestra cabeza y no han sido una realidad. La diferencia entre lo que quiero y lo que realmente hago por lograrlo, este gran abismo que resulta oscuro y aterrador para la mayoría. Algunos se conforman con lo que les resulta sencillo hacer mientras que otros como la famosa idea de Roosevelt deciden ser el “hombre en la arena” y asumen la vida como un campo de entrenamiento.
“El crédito le pertenece al hombre en la arena, quien tiene la cara llena de polvo, sudor y sangre; quien se esfuerza valientemente; quien se equivoca, quien se queda corto una y otra vez… quien sabe que a lo mejor al final llegará el gran logro del triunfo y que en el peor escenario, si falla, al menos falla atreviéndose con grandeza”
-Theodore Roosevelt
No creo que exista una formula perfecta para el éxito, es decir, no una mágica que te quite el dolor y reduzca el esfuerzo necesario para lograr tus más grandes objetivos y romper los límites de lo que has creído posible, mas te garantizo que hasta hoy no te has dado cuenta del poder que habita en vos.
“Los limites como los miedos suelen ser solo una ilusión”
-Michael Jordan
Lo que sí creo es que si lográs sostener el esfuerzo en dirección a una meta clara y tenés la disposición para hacer lo que sea necesario hasta lograrlo, tarde o temprano lo alcanzarás.
A mi me gusta pensar que cada meta que me trazo no se trata solo de la meta sino de la persona en que me convierto luego de tener esa experiencia; es como una evolución interna que sucede luego de un libro, de un proyecto, un logro deportivo o de un título.
Para lograr algo grande debés tener la voluntad de hacer una sola cosa, es decir, estar presente momento a momento y sostenerte en el proceso por el tiempo que sea necesario, aprender de los errores, saber identificar tus fortalezas y áreas de mejora, pero sobre todo disfrutarlo.
Es importante saber por qué hacés lo que hacés y nunca esperés a que tu mente te dé las razones necesarias para empezar porque es más probable que lleguen primero las más lógicas para mantenerte en la zona del mínimo esfuerzo.
Así que te invito a saltar antes de pensarlo.
Te dejo con 10 estrategias que David Goggins utiliza para lograr hazañas súper humanas:
- El inventario de excusas: Escribí una lista de las razones por las cuales no te creés capaz de hacer eso que querés hacer o bien la ideas que te está limitando de empezar. No te quedés corto con esta lista, no tengas compasión, esta lista no se supone que debe ser divertida sino reveladora.
- El espejo de las cuentas: Le vas a rendir cuentas a la persona del espejo. Esta no es una práctica cómoda sino para poner el ego en su lugar. Hacé una estrategia de pequeños pasos en dirección a tu meta y decidí qué es eso que te falta para alcanzarlo. En post-its vas a poner todos los sueños, inseguridades con una verdad cruda y sin adornos. Si querés tu cinta negra en jiujitsu por ejemplo, y no estás entrenando como deberías, podés poner un post-it en el espejo que diga: “soy malísimo en jiujitsu y necesito entrenar 5 veces a la semana”.
- Hacer callo en la mente: Este es un nuevo hábito para salirte de la zona cómoda. La idea es que hagás una lista de las cosas que no te gusta hacer o que te provocan incomodidad y que decidás hacer una de ellas como rutina. No se trata de cambiar tu vida en un instante sino poco a poco hacer los cambios para que se sostengan en el tiempo. Este es el momento de convertir tus debilidades en fortalezas.
- Robar almas: Elejí cualquier situación que demande algo de vos, puede ser en el entrenamiento, en el trabajo, en la casa. Lo que sea que alguien te exija, hacé aún más. Si el entrenamiento estuvo duro, quédate al final haciendo 10 pull-ups; si el jefe te pidió un reporte general, hacélo detallado con información realmente valiosa; si tu pareja y vos acordaron que ibas a lavar los platos entonces guardálos también. De esta manera vas a entrenar tu mente para obedecer los limites que vos te pongás y no los que los demás te exijan.
- La armadura mental: Esta vez en lugar de enfocarte en las cosas que no podés cambiar, visualiza las cosas que sí. Imaginá cómo se ve y se siente tu éxito, así como todos los obstáculos y retos que te toparás hasta alcanzarlo y cómo vos los vas a superar. La idea es que tengás a mano las respuestas a todas las cosas que puedan surgir camino a tus metas. Como dice Goggins, el trabajo duro no tiene sustituto, así que “No podés visualizar mentiras”.
- El frasco de galletas: Escribí una lista de todos tus logros, así como todos los obstáculos que has logrado superar, esas experiencias difíciles que te han marcado y te tienen hoy aquí. Puede ser dejar el cigarro, el alcohol, renunciar a un trabajo, iniciar un emprendimiento, etc. Incluí todas esas cosas que intentaste una y otra vez hasta lograrlas. Utilizá estas memorias para encender tu motivación interior y no te limités a ellas. Si hoy hacés 10 push-ups en 2 minutos, proponéte hacer 11 mañana. Con el frasco de galletas vos vas a tomar el control de tu proceso mental.
- La regla del 40%: ¿Sabés por qué el 110% es imposible de alcanzar? Por que ni siquiera has alcanzado tu 50%. La idea con este ejercicio es poco a poco eliminar el “termostato” mental de tus barreras. “Ya sea que estés corriendo en la banda o haciendo un set de push-ups, alcanzá un punto en el que te has cansado tanto y estás con tanto dolor que tu mente está rogando por parar. Entonces hacé un 5 o 10% más". En los SEAL existe el mantra de que cuando creés que lo has dado todo, en realidad solo has llegado al 40% de tu potencial. “Te darás cuenta de que si tenés un bajo rendimiento en los retos físicos, existe una buena posibilidad de que tengás un bajo rendimiento en la escuela o el trabajo también.”
- El talento no es necesario: Es momento de estructurar tu día. Te vas a dar cuenta de la gran falacia de “no tengo tiempo”. Durante 3 semanas vas a darte la oportunidad de tomar control de tu tiempo. En la semana uno, solo hacé lo que es normal para vos pero toma notas; ¿cuánto tiempo estás durando en tus comidas? ¿Cuánto tiempo utilizás en redes sociales? ¿Cuándo hacés ejercicio, ves TV, o salís con tus amigos? ¿Cuanto tiempo durás en llegar a tu trabajo?. La idea es que seas muy detallista con tus actividades diarias. En la semana dos, construí un horario óptimo. Hacé bloques de 15 a 30 minutos para las actividades correspondientes, aunque algunas actividades requieran de varios bloques. Cuando estés trabajando en una, enfocá tu máxima energía en una sola cosa. Poné atención a lo que estás haciendo y trabajá en ello implacablemente. Cuando sea tiempo de descansar, realmente descansá. “Si vas a trabajar duro, vas a necesitar que tu cerebro tenga descanso”. Continuá haciendo notas porque para la semana tres ya deberías tener un horario totalmente depurado para maximizar tu tiempo.
- Ser el menos normal de los “anormales”: “La grandeza no es algo que descubrís una vez y se queda con vos por siempre”. “Esta actividad no es para todo el mundo porque va a demandar un enfoque específico y puede desbalancear tu vida”. Elegí ser el mejor en cada cosa que hagás, no se trata solo de correr una maratón, sino ganarla. No solo ingresar a la universidad más prestigiosa sino graduarse con honores. No solo iniciar tu negocio sino alcanzar metas nunca antes realizadas. No solo subir el pico más alto de la montaña sino hacerlo en menos tiempo que el resto.
- El empoderamiento del fallo: Pensá en tus momentos más difíciles en los que fallaste enormemente, conectá con todo lo sucedido porque vas a hacer un “Reporte de Acciones Previas”. Primero escribí todo lo que hiciste bien, con generosidad y reconociendo tus aciertos. Luego describí cómo manejaste tu derrota, si afectó tu vida de alguna forma o tus relaciones. ¿Cómo pensabas durante la ejecución y la planeación antes de que llegara el fracaso?. Ahora hacé una lista de todas las cosas que podrías mejorar, con la más brutal sinceridad, con especificidad. Estudiálas. Y ahora tomá el calendario y agendá un nuevo intento tan pronto como sea posible. Mientras planificás todo, utilizá los puntos anteriores como apoyo. “Esta vida es un juego mental”.
Apuntá en grande y nunca te conformés con menos de lo que podrías llegar a lograr.
Jorge