El Dolor es una Constante

El mundo no gira a tu alrededor, el universo no conspira a tu favor ni en tu contra. Los demás están viviendo la vida tan intensamente y vívidamente como vos. En el momento presente sos solo un punto en medio de todo. En relación con la historia sos solo un instante fugaz. La realidad en la que vivimos es incierta e impredecible.

En la vida nos encontramos con situaciones y resultados que nos recuerdan constantemente que hay muy poco que podamos controlar. El dolor es inevitable, ¿en qué sentido? En el sentido de estar contrastando tus expectativas con la realidad. La más pequeña diferencia entre lo que esperás y lo que realmente sucede provocará incomodidad y esperar que sea diferente es solo otra frágil ilusión.

En lo cotidiano tendrás diferentes eventos "dolorosos", provocados por tu mente en relación a los comportamientos de tu pareja que no te gustan, los proyectos en el trabajo que no avanzan a tu ritmo, tu equipo de futbol que no obtiene el resultado esperado, los clientes que no responden a tus estrategias, las metas no cumplidas, las llegadas tardías de tus proveedores, los comportamientos erráticos de tus hijos, las opiniones de tu jefe, etc. Así como con eventos más impactantes; como la muerte de un ser querido, un despido laboral, la ruptura de tu relación de largo tiempo, o el diagnóstico de una enfermedad que aparece de forma repentina, etc.

Pretender que el mundo sea "perfecto" es un pensamiento inmaduro que te acercará a experiencias emocionales proporcionalmente más incómodas. Hay quienes me dirían, 'Jorge, pero eso menciona es solo desde su experiencia'. Bueno, entonces yo tendría que comenzar por definir lo que significa para mí, el dolor. El dolor es la incomodidad que percibimos frente a nuestras expectativas no cumplidas y necesidades no satisfechas. Como los seres humanos vivimos una experiencia de mente-cuerpo, la experiencia de dolor se manifiesta en nuestro cuerpo a través de emociones como: enojo, tristeza, angustia, ansiedad, frustración, desesperanza, languidez, desesperación, soledad, etc.

Según el diccionario de Oxford, en una rápida búsqueda en Google:

Dolor

1. Percepción sensorial localizada y subjetiva que puede ser más o menos intensa, molesta o desagradable y que se siente en una parte del cuerpo; es el resultado de una excitación o estimulación de terminaciones nerviosas sensitivas especializadas.
2. Sentimiento intenso de pena, tristeza o lástima que se experimenta por motivos emocionales o anímicos.

Diariamente, los dolores más pequeños, como los más intensos, se manifiestan a través de sensaciones desagradables en diferentes partes de nuestro cuerpo, provocados por nuestra percepción de la realidad. Estos "dolores" nos ofrecen una señal para recordarnos que, nuestro mapa no es el territorio. Si nos damos el permiso de atenderlas, podemos construir instancias emocionales que nos permitan conocer nuestro mapa, evaluarlo y actualizarlo, de ser necesario. Con el tiempo, podemos ir ajustando nuestras expectativas para alinearlas a una realidad que, aunque difícil de predecir, goza de ciertas constantes generales.

Por ejemplo:

• Lo único que podemos controlar son nuestros pensamientos y acciones. No controlamos los resultados, lo que los demás hagan o digan, ni el pasado o el futuro, etc.
• La clave para lograr un objetivo no es una fórmula mágica, mas para fracasar la clave es, no actuar.
• La muerte es parte de la vida y a todos nos llega, tarde o temprano.
• El cambio es una constante. Todo lo que está vivo, cambia.

Esperar que nuestra experiencia sea cien por ciento placentera es una expectativa que difícilmente será cumplida. Por no decir, de manera imposible. Al mismo tiempo, tener la esperanza de alcanzar 'Eudaimonia'— armonía interior— es decir, una tranquilidad imperturbable, producto de tener alineados tus mapas mentales con la realidad, es clave para el proceso. Pensemos de esa alineación como Sócrates pensaba de la verdad— la meta que siempre perseguía, aunque quizás nunca la encontrara.

"Mientras pensemos que tenemos que perseguir lo que no sabemos, seremos mejores individuos— menos temerosos y holgazanes." — Sócrates, Menón. 86bc

 

Aceptar el dolor como una constante en la vida te pone en frente de una decisión: tomarlo a tu favor, aprender con él y ajustar; o, negarlo, haciendo caso omiso de tu creencias, pensamientos, ideas y entendimientos imprecisos. Si te das el permiso de sostener cada experiencia emocional por el tiempo que sea suficiente, podrás conocerte a vos mismo y caminar en dirección a la buena vida, una que como premio tiene la armonía interior.

Nota: Para transformar el dolor en un aprendizaje, no solo es necesario aceptarlo sino utilizarlo como herramienta de autoconocimiento.

Fórmula para usar el dolor como recurso

Dolor= Expectativa < realidad

1. Aceptalo
2. Ponele nombre
3. Explorá su origen
4. Evaluá su racionalidad
5. Actualizá si es necesario

Jorge