DailyMINDPOWER: SUFICIENTE

¿Qué es necesario?, ¿Cuánto es suficiente?.

Más no será suficiente para quien siente que le falta algo.

#dailyMINDPOWER #BePresent

 
 
 
 
 

¿Cuantas veces has logrado sostener la felicidad por haber comprado algo?, ¿cómo es que podés sentir felicidad cuando integrás la necesidad de lo que no tenés por creerte el deseo de lo que no tenés?, ¿te has dado cuenta que por trabajar y trabajar te estás perdiendo la posibilidad de disfrutar lo que tenés?, no estás pagando con dinero por las cosas que la sociedad y las redes sociales te han hecho creer que necesitas, estás pagando con tiempo.

 

¿Qué es lo que más valorás?, ¿cuál es tu definición de éxito?, ¿será que podés ser libre?, libre de estrés y ansiedad, libre de resentimiento, libre de enojo, libre en el tiempo y toma de decisiones.

Quien trabaja para tener lo que no tiene definitivamente no es libre.

 

No te das cuenta cuando la información que dejás entrar en tu cabeza empieza a tomar control de tus pensamientos, no te das cuenta de como la industria de la publicidad te vende cada segundo en que te exponés a redes sociales, televisión y centros comerciales y tu cerebro hedónico va creando una posible realidad de lo que no es y debería ser de acuerdo a los modelos y estándares que otros crearon por vos.

 

Ana es una chica de 17 años quien ha tenido una vida estable económicamente, su papá es odontólogo prestigioso. Ana está a punto de salir del colegio y ya le están bombardeando con las preguntas que sugieren que debe de estudiar en la universidad algo que le asegure un futuro económico prometedor. Ana no sabe lo que es necesario, por lo menos no conscientemente, Ana no sabe lo que es suficiente, no ha tenido tiempo de conocerse, al punto de que Ana ni siquiera sabe que es lo que le gustaría estudiar, pero es victima de la presión social y de su familia.

Ana por alguna razón y sin pensarlo demasiado decide que por el ejemplo de su papá y porque es lo que ha conocido toda su vida, lo mejor es que estudie también odontología. Como todo ser humano ella es resiliente y se adapta a su nuevo estilo de vida, ahora de estudiante universitario con sus obligaciones y atendiendo las vicisitudes diarias hasta que lo normal empieza a ser esta nueva rutina. Pasan 2 años y Ana se da cuenta de algo, ella aún no sabe que le gusta pero está segura de lo que no le gusta: la carrera que está llevando, sin embargo por consideración a su familia, por miedo al que dirán, por la inversión que han hecho hasta ahora en sus estudios y por otras razones y creencias más, ella continúa.

Al pasar de los años Ana finalmente se gradúa, y la sociedad le dice "no podés perder el tiempo", lo que ella traduce a que ahora con título, sigue el trabajo.

Ana sabe que no le gusta su carrera y si tiene algo claro, no quiere trabajar con su papá, pero gracias a las influencias que él tiene logra colocarse en una clínica odontológica en la cual puede poner en práctica sus conocimientos. Ana se da cuenta de que tiene habilidad para atender a sus pacientes y esto le emociona, tiene cierto grado de satisfacción en el hecho de poder ayudar a las personas y generarles beneficio. Cuando recibe su primer salario Ana ve un número en su cuenta al que no está acostumbrada y esto también le emociona, como de lunes a viernes está tan ocupada, el fin de semana lo dedica a socializar y atender sus obligaciones y necesidades de persona adulta. Ana trabaja tanto que el fin de semana decide relajarse con sus amigos e irse de fiesta, ahora tiene dinero para darse ese gusto y la verdad que no le importa mucho la cuenta, el placer de ser libre de gastar porque puede es algo que no había experimentado antes, se siente independiente y feliz de hacerlo. Conforme pasa el tiempo Ana sigue viendo crecer su cuenta, claro, es que no tiene tiempo para gastar dinero de tanto trabajo. Ana sigue esperando con ansias el fin de semana para poder relajarse y despejarse de la rutina en la que se ha dejado envolver.

Después de unos meses se da cuenta de la necesidad de tener un vehículo y se compra uno, luego decide independizarse aún más y decide comprarse un apartamento e irse a vivir sola, Ana está prestando atención a su situación actual y sin claridad sobre lo que es necesario y lo que es suficiente su adaptación hedónica le genera puntos ciegos que es incapaz de ver por si sola.

Pasan los años y la rutina diaria de hacer un trabajo que no le satisface, los fines de semana de fiesta, las nuevas obligaciones, el carro, la casa, la tarjeta de crédito, los viajes, la ropa, los restaurantes y bares, han creado una ilusión de como debe ser la vida que tiene atrapada a Ana y ella no se ha dado cuenta.

Ana ahora con un estilo de vida que creó a partir de la inconsciencia se debe de enfrentar a la realidad de lo que no controla: la economía.

Ana en este momento está a punto de encontrarse con una crisis económica y por alguna razón sus clientes han disminuido, la clínica donde trabaja ya no está atrayendo el volumen de pacientes de antes, su salario está siendo de tan solo una fracción de lo que acostumbraba, Ana está recordando que tanto no le gusta su profesión y recurre a las tarjetas de crédito para mantener su estilo de vida y poder soportar la rutina desgastante del trabajo que creyó que necesitaba para "ser alguien en la vida."

Ana cayó en la trampa de la sociedad.

 

Como Ana a muchos nos puede pasar de diferentes formas que sucumbimos ante la insatisfacción de no ser conscientes e intencionales en lo que hacemos, y aceptar y hacer nuestras las ideas que no nos identifican y que cuestiones biológicas no son la base de una felicidad real y sostenible.

 

Pobreza es querer lo que no tengo.

 

Yo creo que más que tips para tener una buena salud financiera lo primero en lo que deberíamos trabajar es en nuestro ser interior, conocernos y decidir.

 
  • ¿Qué es éxito para vos?

  • ¿Qué es lo que más valoras en la vida?

  • ¿A quién te recuerdan tus hábitos de consumo?

  • ¿Esto que querés, te da propósito?

  • ¿Cuales son tus objetivos? ¿Esto que quiero me acerca o me aleja de mis objetivos?

 

¿Qué es necesario?, ¿Cuánto es suficiente?

Tener poco no te dará felicidad, tener mucho no te dará felicidad.

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