En el momento presente todo está bien.
El ser humano sufre más producto de la película que se arma en su cabeza que en la realidad.
Es natural para nosotros tener una mente inquieta que hace conexiones, que rellena espacios en blanco, que crea historias y asume intenciones, este es el camino que asegura la supervivencia; tratando de controlar la realidad en la que vivís para estar segur@, lejos de amenazas, con comodidad y respirando.
Es más fácil asumir que preguntar, pero el resultado es rotundamente diferente. Es más fácil imaginar que hacer un plan y esforzarse durante un tiempo determinado para alcanzar un objetivo. Pensando no vas a lograr tus sueños, porque en esta realidad que depende de la física se necesita un impulso inicial para generar movimiento.
Dejá de pensarlo tanto, aprovechá al máximo lo único que tenés por seguro: Tu momento presente.
El pasado es para aprender, el futuro para crear pero cuando no los sabés utilizar sufrís. Aprendé a aceptar que vivís en una realidad impredecible, con posibilidades infinitas y que lo mejor que podés hacer es fluir y en este preciso momento dar tu siguiente mejor paso, con intención.
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