La felicidad no es esa sensación condicionada a que se cumplan tus expectativas sino más bien es el estado de aceptación y plenitud con lo que es.
Los seres humanos tenemos el poder de reflexión; de modificar la realidad en la que vivimos a partir de nuestras perspectivas. Naturalmente tenemos una inclinación a disparar nuestro mecanismo de defensa(pelear-huir), sin embargo no hay mayor virtud en esto ya que sería lo mismo que haría cualquier otro animal.
El universo nos dió la facultad de reflexión para ser empáticos, justos, razonables, resilientes y como meta ser virtuosos, es nuestro deber utilizarlo para nuestro beneficio y el del mundo en que vivimos.
No podemos controlar lo que sucedió, no podemos controlar lo que los demás hagan, no podemos controlar los resultados, no podemos controlar nuestro cuerpo en la enfermedad o accidentes, ni siquiera podemos controlar los químicos que se generan en nuestro organismo llamados "emociones", pero lo que siempre tendremos en nuestro poder son nuestros pensamientos, aquí está la clave, esta es nuestra responsabilidad.
Aceptar lo que es, transformar cualquier situación en nuestra ventaja, hacer lo que está en nuestras manos para mejorar cualquier asunto y dejar ir lo que no puede ser diferente.
Solo así alcanzaremos la plenitud momento a momento, esto si es felicidad, auto-realizable y auto-sostenible. Con el estado de plenitud llegará la virtud.
Amor Fati: Amar el destino.
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