El juego de la vida no se gana hablando de cómo hacer “bien” las cosas sino haciendo bien las cosas; con virtud.
Sabiduría, justicia, auto-control, empatía.
Podés estudiar, leer, hablar y hasta creer que podés enseñarle a otros y dar consejos, pero lo que realmente importa es que tus acciones estén alineadas a lo que vos crees que es lo correcto, este es el camino de la virtud.
Tener la sabiduría suficiente para elegir el camino hacia tu mejor versión, justicia para con los demás, el auto-control para decidir que me acerca o me aleja del camino y empatía para a partir de tus mejores recursos impactar a quienes te rodean.
Dejá de enfocarte en las razones y empezá a utilizar tu energía en las acciones.
Epictéto dijo: "Dejá de hablar de tu filosofía, vivíla."
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