Cuando vemos las cosas diferente entonces podemos actuar diferente, nosotros somos los dueños de nuestra experiencia pero no de los externos- las cosas que no podemos controlar.
En el libro que surge a partir de los discursos transcritos por su alumno Arrián, Epicteto nos habla en uno en especial sobre el amor de familia, no solo dejándonos clara su posición sobre el amor sino también lecciones sobre nuestras perspectivas y como afectan nuestras acciones y finalmente regalándonos una gran demostración sobre persuasión.
Te regalo mi interpretación del discurso: "En Referencia al amor de familia."
Durante una visita de un juez, Epicteto, en medio de la conversación decidió preguntarle al hombre que si tenía esposa e hijos.
El hombre respondió que sí tenía. Epicteto entonces preguntó: 'Y, ¿cómo te va con ellos?'.
'Me siento miserable', respondió él.
Así que Epicteto le respondió: '¿En serio?, las personas no se casan y tienen hijos con el objetivo de ser miserables sino para ser felices.' (Epicteto tenía fama de utilizar tonos y confrontaciones sarcásticas por lo que ya podés imaginar con qué tono respondió esto).
'Estoy muy angustiado por mi pobre niña', dijo el hombre, 'el otro día , cuando ella enfermó con peligro de morir, no pude soportar ni siquiera estar a su lado. Tuve que dejarla e irme hasta que me llegara la noticia de que su condición ha mejorado.'
'Bueno,' dijo Epicteto, '¿vos pensás que actuaste correctamente en esta ocasión?'
'Yo actué naturalmente', respondió el hombre.
Epicteto: 'Si vos podés convencerme de que has actuado naturalmente, estoy listo para de mi parte para también demostrar que todo lo que se hace de acuerdo al orden natural es correcto.'
El hombre responde: 'Es casi por lo que todos nosotros los padres pasamos.'
'Yo no estoy discutiendo que reacciones como las tuyas ocurran o no,' dijo Epicteto, 'lo que estamos discutiendo es si deberían de ocurrir. Porque por tu razonamiento nosotros podemos deducir que los tumores pasan por el bien de nuestro cuerpo, porque pasan, y que hacer mal es algo que es parte del orden natural, porque todos, o por lo menos la gran mayoría hacemos mal. Así que mejor demostráme exactamente cómo es que actuaste de acuerdo al orden natural.'
'Yo no creo que pueda,' dijo el hombre. '¿Por qué no mejor me demostrás vos que esto no va de acuerdo al orden natural y no debí haber actuado así?'
'Bueno pues', dijo Epicteto, 'si lo que pasa es que hay incertidumbre entre lo que es blanco y lo que es negro, ¿qué criterio podríamos utilizar para discernir entre ello?'
'La vista', dijo el hombre.
'Y, ¿qué hay con las cosas que son frías o calientes, o suaves o duras?, ¿cómo podría decidir en estos casos?'
'El tacto.'
'Ahora, imaginemos que tenemos una diferencia de opinión acerca de lo que va de acuerdo al orden natural, lo que está bien y lo que está mal, ¿qué criterio podría utilizar en este caso?, ¿qué pensás?'
'No lo sé', el hombre respondió.
'Bueno, pues ignorancia para escoger los colores, olores o sabores probablemente no te haría mucho daño. Pero no saber qué está bien y qué está mal, saber que es natural para un ser humano y lo que no - ¿será que las consecuencias de esto serían algo pasajero?, ¿qué pensás?'
'No, sería algo muy grave en realidad.'
'Ahora quiero que considerés , ¿será que todo lo que la gente etiqueta de bueno y correcto habrá tenido un criterio correcto?, ¿pueden los Judíos, los Sirios, los Egipcios y los Romanos estar en lo correcto sobre sus opiniones sobre la comida, por ejemplo?'
'¿Cómo podrían estar en lo correcto?'
'Es que si la opinión de los Egipcios es la correcta, yo debería suponer que los otros están errados. O si los Judíos están bien , los otros no lo podrían estar.'
'Definitivamente, no no pueden estar en lo correcto.'
'Y cuando existe ignorancia también existe la necesidad por aprender e instruirse en lo esencial', dijo Epicteto.
El hombre asintió.
'Cuando te has dado cuenta de esto toda las intenciones de tu mente y atención se dirigirán hacia encontrar el estándar que define lo que es natural y lo que no para aplicarlo a casos específicos cuando lleguen.'
Epicteto continua elaborando: 'Para tu situación actual entonces te ofrezco la siguiente ayuda para resolver tu problema.'
'Decíme si vos crees que el amor de familia es algo bueno y va de acuerdo al orden natural.'
'Si, claro.'
'¿Puede ser bueno y natural el amor de familia, mientras que lo que sea racional no sea bueno?'
'Por supuesto que no.'
'O sea que lo que sea racional no puede ir en contra de el amor de familia.'
'Supongo que no.'
'Porque si lo fuera, uno estaría en el orden natural mientras que el otro estaría en contra.'
'Correcto.'
'Así que si existe algo que es amoroso y racional, podríamos decir con confianza que es tanto bueno como correcto.'
'De acuerdo.'
'Ahora, apartarte de tu hija por estar enferma y marcharte, no es un acto racional y debo suponer que no me vas a contradecir en esto. Pero de todos modos vamos a revisar si esta acción es consistente con el amor de familia.'
'Ok, por favor prosiga.'
'¿Es para vos correcto, estar afectado por el amor que le tenés a tu hija y la condición en la que se encuentra y entonces decidir irte?, traslademos esta acción a la madre en ves de vos. ¿Ella siente amor por su hija?'
'Por supuesto que si.'
'Entonces debería de abandonarla también, ¿cierto?'
'No.'
'Y la enfermera. ¿será que ella siente alguna sensación de amor por tu hija también?'
'Si claro.'
'¿Debería entonces de dejarla también?'
'Definitivamente no.'
'Y su tutor y maestro, ¿él tendrá amor por ella?'
'Si.'
'Entonces supongo que esto significa que él también debería de haberser ido y abandonarla. Resultando entonces que debido a este gran amor que le tienen sus padres así como sus guardianes, esta niña debió haber sido completamente abandonada por aquellos que le aman y le protegen, para morir en la compañía de personas que no tienen intención alguna de animarle, porque obviamente no tienen amor por ella.'
'Me costaría trabajo suponer esto.'
'De hecho sería injusto e ilógico decir que las personas que aman a tu hija de la misma manera que vos la amás no les fuera permitido hacer lo que vos decís que es justificado en tu caso debido a este gran amor que decís sentir por tu hija.'
'Totalmente cierto.'
'O sea, imagináte que vos estuvieras enfermo, ¿te gustaría que tu familia, tu esposa, tus hijos y demás, te amen tanto que se alejen de vos y te dejen solo?'
'No.'
'Y, ¿te gustaría que te amaran tanto que por el amor que te tienen, te dejaran sufrir enfermedades siempre a solas?, ¿no sería este el afecto que vos te imaginas que tus enemigos te darían, dejándote solo y abandonado?'
'Entonces dado todo esto, la conclusión inexorable sería que lo que vos hiciste no es un acto de amor para nada.'
'Bueno pues, tuvo que haber sido algo que te afectara demasiado, tanto que abandonaras a tu hija. Debe haber sido el mismo impulso que siente un hombre que se tapa la cara cuando su caballo favorito está corriendo en Roma, y que luego requiere asistencia para recuperarse luego de saber que su caballo favorito ha ganado. La explicación más precisa para tal comportamiento puede que esté fuera de lugar aquí, pero por ahora, asumiendo que la filosofía contienen al menos un poco de verdad, sería suficiente con convencerte que no vas a descubrir la razón buscando fuera de vos mismo. La misma razón es siempre la misma para lo que hacemos y dejamos de hacer, lo que decimos o callamos, por estar entusiasmados o deprimidos, por querer alcanzar algo o evitarlo.
Es la misma razón por la que en este momento vos estás escuchándome, y yo estoy diciendo las cosas que estoy diciendo en este momento: Nuestra opinión de que todas estas cosas son correctas.'
'Por supuesto.'
'Si vieramos las cosas diferentes, actuaríamos diferente, alineados con nuestra idea diferente de lo que está bien y lo que está mal. Esto entonces, fue la causa de los lamentos de Aquiles- no el hecho de que muriera Patroclo, porque hay otras personas que pueden superar la muerte de sus amigos o personas allegadas- pero el hecho de que él decidió lamentarse.
La misma causa es el fondo de tu decisión de abandonar a tu hija- vos pensaste que era una buena idea en su momento. Por el contrario, si vos te quedás con ella, sería por la misma razón. Ahora que estás a punto de devolverte a Roma; lo cual es tu decisión- pero si cambiara, no te irías. En otras palabras no es la muerte, el dolor, el exilio o cualquier otra cosa que quisieras agregar lo que provoca la manera en que actuamos, solo nuestra opinión acerca de la muerte, el dolor y el resto.
Bueno, ¿será que te convencí de esto o no?.'
'Estoy convencido.', respondió el hombre.
'Según es la causa, así será el resultado. Cuando nosotros hagamos algo mal, entonces de ahora en adelante no acusaremos a nada que no sea nuestra opinión en la cual fue basada nuestra acción; intentaremos llegar a la raíz de nuestras opiniones erradas con más determinación que cuando queremos extirpar un tumor o quitar una infección de nuestro cuerpo. Por la misma razón vamos a reconocer nuestra opinión como la fuente de nuestros mejores comportamientos también. Pero sobre esposas, hijos, ayudantes o vecinos, no vamos a proceder a nombrarles en ningún momento como los autores o responsables de cualquier sufrimiento en nuestras vidas, tomando en cuenta que a menos que juzguemos las cosas de una manera particular no actuaríamos de la manera correspondiente. Y nosotros, no los externos somos los dueños de nuestros juicios y pensamientos.'
'De acuerdo.'
'Así que comenzando por hoy, no nos vamos a molestar en decidir o analizar la tierra, ayudantes, caballos o perros en cuanto a su calidad o condición- solo nuestras opiniones.'
'Bueno eso espero', dijo el hombre.
'Ves, entonces tendrás que convertirte en un estudiante de nuevo- la figura universal del entretenimiento - si de verdad estás comprometido en someter tus opiniones a un escrutinio objetivo. Y vos sabés tanto como yo que este trabajo no se completa de la noche a la mañana.'
Epictéto le da una lección a un hombre de como sus reacciones naturales no tienen por qué ser aceptadas solo porque sus intenciones no eran las de hacer daño, que sea natural no quiere decir que sea expresión de nuestro máximo potencial y de acuerdo a los Estoicos el orden natural demanda de cada componente del universo un trabajo especial, como nosotros los seres humanos somos capaces de utilizar la razón, la sabiduría es nuestro máximo principio y criterio, nuestra mejor herramienta y nuestra mejor guía, por lo tanto debemos hacer uso de ella.
"Nosotros y no los externos somos los dueños de nuestros juicios y pensamientos."-Epicteto
Este es momento de ir la raíz de nuestros impulsos, reconocer que nuestra experiencia es el producto de nuestras opiniones y permitirnos modificar las que sean necesarias para actuar de la manera más empática, productiva, creativa y racional posible.
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