El Ego no solo refuerza la idea de cuanto conocimiento externo tenés, El Ego te hace creer que ya te conocés.
El Ego es el enemigo de la curiosidad, El Ego juzga y etiqueta.
¿Cuantas veces has dicho: "Es que yo soy así", "ella siempre me hace lo mismo", "yo ya sé lo que va a pasar", "yo no nací para eso", "lo mío no son los idiomas", "yo no como nada que no sea esto", "no puedo cambiar", "no estoy dispuesto a escuchar", "no quiero volverlo a ver por lo que me hizo", "ella es así", "él es así", "no lo soporto por que es así"....
Lo más fácil es: etiquetar, juzgar, asumir, emitir criterios y opiniones, te hace sentir importante de alguna manera y sobre todo te da una sensación de control... ¿Controlar qué exactamente?, es que es solo una sensación de control, nada más la sensación de conocer el mundo en que vivimos, no arriesgarnos a lo impredecible, no sentirnos amenazados por lo desconocido y así vamos perdiendo la curiosidad y el ego empieza a marcarnos los limites del mapa con el que nos guiamos en el mundo, limitado, tieso, vago y sesgado.
Perdemos la curiosidad y luego nos sorprendemos porque ya nada nos motiva, nada nos hace felices y pasamos en estados de bajos recursos, claro... si la formula perfecta para tener emociones debilitantes o disruptivas es a partir de enfrentar expectativa versus la realidad y vos tenés todo un set de creencias, preconcepciones, juicios y etiquetas sobre lo que no podés controlar; los externos... es que inconscientemente preferimos la sensación de lo conocido que aventurarnos a experimentar y sorprendernos.
El ego te dice que tanto te mereces del mundo pero también te dice lo limitadas que son tus capacidades, el ego te dice lo mucho que sos pero también te recuerda lo poco que podés alcanzar, el ego es adicto al control, a los limites, a las etiquetas, a la sensación de conocimiento.
Es por eso que te puede aniquilar cuando los externos te etiquetan de vuelta con opiniones, resultados y criticas.
El ego visto de una manera racional es la red neuronal por defecto, como le llaman los científicos; es la historia que siempre nos estamos contando en nuestra cabeza.
¿Cómo podés hacer para que el ego sea tu amigo?
Como el ego lo que busca es la sensación de control y conocimiento, es cuestión de asumir un set de reglas y creencias personales que te ayuden a estar cómod@ ante las infinitas posibilidades y las sorpresas.
El truco está en resignificar lo que crees con respecto al riesgo, el miedo, los límites, la crítica, tus capacidades, etc.
Te regalo una lista de creencias que podrías incorporar a tu vida para ayudarle al ego a vivir con límites más ecológicos:
Vivimos en una realidad impredecible.
Yo no soy lo que hago, no soy lo que hice.
Los resultados de mis acciones son solo información que puedo utilizar para mejorar.
Yo soy capaz de lograr lo que me proponga con el esfuerzo indicado.
Como decía Sócrates: "Las personas cometen errores por ignorancia."
Sócrates fue un gran ejemplo de curiosidad, y uno de sus pilares era su premisa de: "solo sé que nada sé."
Una opinión no es la realidad.
Mi mapa no es el territorio.
No puedo hacer eso, por ahora.
El significado de mi comunicación es la respuesta que obtengo.
El futuro es incierto, el pasado ya no existe y en el momento presente todo está bien.
Necesitamos del ego para saber cuál es nuestro lugar en el mundo, pero no para limitarnos a ello, ni limitar a los demás a nuestro mundo interno.
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