Te exponés a ideas que te dicen que es lo que necesitas que no sabías que existía, a un bombardeo constante de productos y modelos a los cuales aspirar, los aceptas consciente o inconscientemente y después te preguntas de donde viene tu repentina insatisfacción.
Los seres humanos vivimos en una realidad subjetiva que se va construyendo a partir de los estímulos que le demos, hacia dónde colocamos nuestra atención.
Los desarrolladores de aplicaciones, los especialistas en mercadeo, la industria de la moda, la alimentación o la tecnología quieren captar tu atención y activar en vos el cerebro más primitivo que se mueve por necesidad o aspiración y saben hacerlo y lo estudian constantemente y a profundidad para lograr insertar en vos ideas que antes no existían.
Parece obvio aceptar la realidad de que lo que consumimos nutricionalmente tiene un impacto directo en nuestra fisiología y salud, pero se te olvida que donde está tu atención está el alimento para tu mente.
Como dijo Yuval Noah Harari en su libro Sapiens, "el ser humano es la única especie que decidió que ocupa una buena botella de vino para ser feliz.", realmente se nos ha distorsionado la idea de lo que es necesario y cuanto es suficiente y la sociedad de consumo está teniendo un impacto cada vez más grande en los estados de ánimo que las personas tienen gracias a su constante insatisfacción.
Mirálo de este modo, eso ultimo que te compraste no sé si un teléfono, computadora, carro, airpods o zapatos, pudo haber sido una fuente de satisfacción por un tiempo quizás horas, días o con suerte una semana, y de repente esto mismo cuando ya no está de moda o ya ha sido actualizado por una nueva tecnología se puede volver el objeto que te dispara insatisfacción.
Las emociones son solo químicos que se activan por estímulos que el entorno ofrezca y cuando tus expectativas están siendo influenciadas por agentes externos ya no sos vos quien toma las decisiones, sino sos solo el producto de lo que otros te dijeron que sos o necesitás.
Fuera de la vista, fuera de la mente.
Date espacios de vos con vos, date chance de aburrirte sin necesidad de llenar el vacío entregando tu atención a las redes sociales, el tele u otras fuentes de información superficial.
¿Cuál es el alimento que le estás dando a tu mente?
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