Tal vez te sorprenda que sea yo quien escriba sobre una palabra tan estigmatizada como lo es: "Rendirse". Ésta es una que se siente emocionalmente intensa porque nos conecta con la idea del perdedor asociado al fracaso que define una vida.
La cultura de la competencia, que exige éxito como medida subjetiva de propósito, o la popular idea del positivismo tóxico que dice que todo lo podemos, se nos insertan en nuestra psique y provocan acciones y comportamientos que limitan nuestra capacidad para expandirnos.
¿Qué dice el diccionario sobre "Rendirse"?
Someterse al dominio o voluntad de alguien o algo, dejando de oponer resistencia. Cansarse o fatigarse.
La palabra rendir viene del latín reddere (devolver), a base del prefijo
re- (hacia atrás) y dare (dar).
Llegan momentos en la vida que te exigen decisiones, que requieren de vos esfuerzo o bien, un nuevo enfoque y si no tenés la mentalidad adecuada puede ser que hagas caso omiso a las señales del destino para continuar dirigiendo tu energía en un camino que no es el que te acerca a tus objetivos.
La palabra "rendirse" hasta hoy, tiene una conotación relacionada al fracaso. Pero, ¿fracaso con respecto a qué?, ¿cómo exactamente dejar de enfocarse en una dirección puede ser sinónimo de fracaso?
Nos han enseñado a prestar atención a los externos en forma de resultados; títulos, notas, resultados, adquisiciones materiales, profesiones, puestos de trabajo, dinero, etcétera, para demostrar quienes somos en con respecto a los constructos superficiales y frágiles creados por una sociedad que no se ha cuestionado los orígenes de los mismos. Vivimos nuestra vida como si fuera un juego con reglas acordadas, jugadores específicos en que algunos surgen como ganadores y otros resultan ser los perdedores. ¿De acuerdo a qué reglas exactamente?, pues, aunque no lo sabemos jugamos como si supiéramos con certeza que existen marcos y acuerdos. La forma en que operamos en el mundo no tiene que ser la mejor, solo tiene que haber sido aceptada para entonces comportarnos en congruencia a la misma.
Los seres humanos entendemos el mundo a través de las palabras y los significados, es decir, vivimos las experiencias a través de nuestros sentidos y le asignamos una historia que nos permita comprenderlas, aprender de ellas y utilizarlas para seguir viviendo de manera relativamente funcional. De cierto modo esta es una gran ventaja, sin embargo sería intuitivo darse cuenta de que cada individuo tendría su propia manera de entender el mundo de una manera subjetiva. Es entonces, cuando llega nuestra real ventaja como especie; somos seres sociales capaces de crear realidades en conjunto, o sea que, cuando tenemos una idea y tenemos la capacidad de transmitirlo de manera convincente a los demás; cuando una o más personas lo aceptan como verdadero, creamos una realidad compartida. Lo cual es una necesidad fundamental de nuestra especie y nos permite alcanzar una sensación de seguridad emocional reconfortante.
"Si viéramos las cosas diferentes, actuaríamos diferente, en congruencia con nuestra idea diferente acerca de lo que está bien y está mal."
-Epicteto
Si solo son palabras y significados, ¿qué pasa si jugamos y creamos una nueva realidad con la idea de "rendirnos"?
Hasta hoy:
Pero entonces, ¿qué pasaría si vivieras en un mundo con las siguientes ideas?
No existe el fracaso.
No existen ganadores ni perdedores en el juego de la vida.
Un alumno le pregunta a Epicteto: 'Pero si todo estamos naturalmente hechos con el potencial de la grandeza, ¿por qué no todos la alcanzamos?', a lo que Epicteto respondió: 'Bueno, ¿acaso todos los caballos se convierten en sementales? o ¿todos los perros son de caza?', 'mirá', continuó Epicteto, 'aunque a mi me falte talento, yo no abandonaré mis esfuerzos. Yo nunca seré mejor que Sócrates. Pero si no soy peor, estaré satisfecho... lo que quiero decir es que no debemos abandonar ninguna disciplina por perder la esperanza en ser los mejores en ello.'
Está claro que para lograr grandes cosas se requiere de esfuerzo, tiempo y paciencia. Solo que es muy importante ser sinceros con nosotros mismos y conscientes para no insistir en situaciones en las que todo lo que está en nuestro control ya fue hecho.
Hay momentos en que el destino nos está pidiendo decisiones y aunque nosotros estemos haciendo caso omiso a las señales, al punto de que parece que tropezamos con la misma piedra; relaciones, emprendimientos, puestos de trabajo, ideas, recuerdos y otras situaciones. Sabrás que es momento de redirigir energías para fluir y continuar por el camino de expansión. Solo es cambiar de dirección o buscar un nuevo trillo.
Recordá que vos no sos lo que hacés, vos no sos tu trabajo, vos no sos tu profesión, el dinero en tu cuenta bancaria, la marca de tu pantalón o zapatos, no sos tu pareja, no sos tus pensamientos,. Vo sos un ser integral en constante cambio y auto-descubrimiento, porque seas consciente o no, todo lo que está vivo cambia.
Todos los caminos llevan a Roma, quizás el que escogiste hoy no es el más adecuado y te acabás de topar con un acantilado o un gran árbol que cayó y te está obstaculizando el avance. Quizás y solo quizás, hoy es el día en que hacés una pausa y te preguntás por tu propia Roma; hacia dónde vas.
Cuando sintás que tu esfuerzo no te está llevando a un buen lugar, es momento de hacer una pausa, descubrir que está vivo en vos; pensamientos y emociones, aprender la lección, y preguntarte, ¿para donde voy? y ¿qué requiere esto de mi?.
Existen momentos en que tal vez rendirse si es la mejor alternativa. Sino, Michael Jordan no hubiera vuelto para la última triada de campeonatos de los Bulls 96-98.
Jorge
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