Los conceptos problemáticos

 

 

Durante su vida, Albert Einstein mantendría la intuición y el asombro de un niño. Êl nunca dejo de maravillarse por los fenómenos naturales— campos magnéticos, gravedad, inercia, aceleración, rayos de luz— lo que los adultos dan como un hecho. Él mantuvo su habilidad de sostener dos ideas en su mente simultáneamente, intrigarse cuando estaban en conflicto y deleitarse cuando sospechaba de alguna unidad implícita. ‘Las personas como vos y yo nunca envejece’, le escribió a un amigo más tarde en su vida. ‘Nunca dejamos de estar como un niño curioso ante el gran misterio en el cual nacimos.’ - Extracto del libro, “Einstein, su vida y universo” de Walter Isaacson

 

¿Te ha pasado que tomás decisiones o dejás de tomarlas por una sensación de rechazo ante algo difícil de explicar? Algo relacionado a responsabilidad, autoridad, fracaso, opinión, etcétera. ¿Te has dado cuenta de cuáles conceptos podrían inquietarte? ¿Ya pensaste de forma consciente en cuáles son esos conceptos que no soportás, no te gustan y hasta te parecen irritantes o molestos?

Ya sabés, el primer paso es reconocerlo. Date cuenta de que es solo un concepto en un intento por explicar algo mas no está limitado a un significado. Hacé un control de calidad sobre esos conceptos que de alguna manera no te están resultado útiles para comprender y operar en el mundo, diseña nuevos marcos de referencia y ponélos a prueba en tu vida con la atención para actualizarlos cuando sea necesario.

Nuestra experiencia individual está directamente relacionada a la calidad de los significados que sostengamos en nuestra mente. Como dice Michael Hall, “no podemos pensar mejor de lo que utilizamos el lenguaje”. Cuando pensamos, categorizamos, es decir, sacamos conclusiones, inventamos etiquetas y conceptos. No necesariamente lo hacemos de forma intencional y perspicaz sino que frecuentemente desarrollamos una mala relación con algún concepto al punto de convertirlo en un disparador de bajos recursos.

 

Algunos conceptos:

Tiempo Bienestar Vida/ Muerte Justicia Empatía
Espacio Yo Emociones Cultura Dinero
Masculinidad/Femineidad Autoestima Responsabilidad Inteligencia Sexualidad
Poder Relación Descanso Vulnerabilidad Humildad
Abundancia Propósito Feminismo Espiritualidad Trabajo

 

Los conceptos son solo categorizaciones sobre las cosas no tangibles por lo que podemos revisarlos y actualizarlos para desarrollar una mejor calidad de vida. Después de todo son la base con la que opera nuestro cerebro. Tu cerebro funciona por predicciones y se basa en tus conceptos para hacer pequeños planes de acción. Los conceptos son una serie de reglas, creencias y entendimientos sobre una abstracción. Los conceptos, por lo tanto, son la base de tu experiencia.

Los conceptos son palabras utilizadas para expresar las abstracciones de la realidad en la que vivimos; el tiempo, la justicia, el dinero, la sexualidad, el poder, la manipulación, el rechazo. la raza, las emociones, el Yo, la masculinidad y la femeneidad, la vida, la responsabilidad, los valores, etc. Cuando experimentamos una instancia emocional, esta es provocada por un estímulo en el mundo exterior en relación con un concepto que hemos alojado en nuestra mente. Sin embargo, con nuestro poder reflexivo sumamos capas lingüísticas cada vez más complejas; los niveles de pensamiento en los que codificamos otros pensamientos y sentimientos a través del lenguaje. Pasamos de simples emociones a experiencias mentales abstractas, como juicios, paradigmas o entendimientos. La experiencia provocada por un concepto se activa, mas puede ser tan complejo que no necesariamente genera sensaciones en el cuerpo. Pensamos y llegamos a conclusiones e inventamos conceptos, pero podemos crear una mala relación con los conceptos de tal manera que nos limitan de utilizar nuestros mejores recursos, nos quitan energía o nos alejan de vivir la vida que queremos. Los conceptos están formados por capas de significados, que frecuente están mal formados, mal comprendidos y mal encuadrados, esto provoca una experiencia incómoda que se puede reencuadrar y actualizar. Los conceptos son la base con la que tu cerebro atiende cada situación por lo que si actualizás tus conceptos podés aumentar la posibilidad de mejorar la experiencia presente y futura. Entre más significados e historias hayás asignado a un concepto, más influenciará tu vida. Eso a lo que le has dado tanta importancia, ¿merece y puede sostener tanta importancia?

La clave para hacer buen uso de tu cerebro es reconociendo que un concepto es tan maleable como vos lo querás. El lenguaje puede ser abstracto, ambiguo y no tangible. Así mismo el lenguaje basado en los sentidos nos permite tener los insumos necesarios como para crear una película detallada. Momento a momento te podés preguntar, ¿será que lo que estoy hablando se puede ver, sentir, tocar, oler o escuchar? Cuando decís que alguien es raro, hipócrita, incongruente, amable, sensible, empática, perspicaz, date cuenta de que no estás hablando con precisión, estos son solo conceptos y que pueden ser conceptos problemáticos con referencia en tus significados personales.

Si no lográs reconocer los conceptos que te están afectando difícilmente vas a tener una mejor experiencia de vida y buenas relaciones e interacciones. Sin darte cuenta tus juicios, expectativas y significados te estarán dominando. Tus conceptos problemáticos se pueden escabullir sutilmente limitando tu experiencia plenamente humana. La forma en que vas a mejorar tus habilidades cognitivas es utilizándolas en todo su potencial, siendo observadora y crítica de tu experiencia personal y reconociendo a un nivel superior la calidad del lenguaje que usás. Como Einstein, date permiso de sostener en tu mente dos ideas que se sientan de alguna manera como opuestas para con curiosidad y asombro descubrir nuevas posibilidades que enriquezcan tu experiencia de vida.

 

Jorge

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