8 hábitos para mejorar tu comunicación

Sabés que podés ser mejor, sabés que tus relaciones afectan tu mundo emocional— te quitan energía o te cargan de energía. 

Hasta hoy ha parecido simplemente como una sentencia del destino, como si fuéramos víctimas de una condición que no tiene arreglo; “las relaciones son así”, “yo soy así”, “esto fue lo que me enseñaron durante mi niñez”, “yo con este no lo logro”, “es que las acciones de los otros me desesperan”… Ideas fijas que se han asentado en nuestra mente y las has tomado como verdad. 

Tu mayor problema es creer que tus pensamientos son la verdad

 

Yo te entiendo, y te entiendo porque pasé por una educación tradicional desde pequeño, en una sociedad que aún fomentaba más al individuo que se conformaba con las reglas de un líder autoritario y que sostenía un sistema que hasta hoy arrastramos en el que no se nos motivó a llegar a acuerdos, sino a “pelear, someternos o huir”. 

En el pasado fracasé, como individuo en dirección a mis metas, como pareja en una relación en la que mi mejor estrategia para vivir supuestamente en paz, era callar mis deseos y necesidades provocando un caos interno y en la dinámica del día a día durante varios años, era desgastante, me quería morir. Fracasé también como hijo, en mi mente buscando culpables, reprochando y evitando conectar emocionalmente con mi papá, mamá y hermanos. Fracasé como líder, al hacer saber de planes e ideas ambiguas, según yo siendo muy claro, no teniendo idea de cómo inspirar, influir y sacar lo mejor de mi equipo, inclusive evitando confrontar aún cuando sabía que era necesario. 

Me faltaba seguridad, amor propio, confianza, pero…. aquí te va una pregunta: ¿creés que el amor propio, la confianza y seguridad se deben de tener para trabajar en nuestro crecimiento individual? o ¿será que al trabajar en nuestro crecimiento individual descubrimos la seguridad, reafirmamos el amor propio y nos llenamos de confianza?

Tomate un par de minutos para reflexionar. 

Te cuento que uno de mis secretos es que no creo que en que visualizar un futuro mejor, quererlo y actuar “como sí”, la idea de “fingirlo hasta lograrlo”, fueran estrategias realistas para cambiar las conexiones neuronales que llevaban años en mi cerebro. Y por ello decidí trabajar en mí primero para entonces, encontrar la seguridad que necesitaba, reafirmar el amor propio que quería darme y actuar con la confianza del conocimiento y la práctica intencionada. 

Los resultados se fueron dando poco a poco, me dejé sorprender y sin darme cuenta había iniciado un ciclo de automotivación que se sostenía por mis intenciones estando alineadas a mis comportamientos. Había aprendido qué hacer y qué no hacer para lograr lo que buscaba en mis interacciones. Mejoró mi capacidad de hacer negocios, entender y expresar mis deseos, liderar a mi equipo, conectar con mi familia y conocer personas nuevas. 

Marco Aurelio decía, “no pensés que lo que se te dificulta es imposible; si es humanamente posible, considéralo a tu alcance”. Yo creo que las herramientas, ideas, teorías y secretos que he aprendido pueden ayudarte a vos también, creo que el ser humano como especie social necesita aprender a asumir con recursos la responsabilidad para interactuar con los demás.

Yo imagino un mundo en el que todos seamos capaces de comunicarnos con empatía, seguridad, determinación y libertad. Con esto lo que quiero decir es que siendo conscientes podremos tomar mejores decisiones, construir mejores relaciones, llegar a acuerdos, evitar problemas a todo nivel y por ende vivir una buena vida. Plena, tranquila y feliz.

Te quiero revelar mis hábitos de mente y comportamiento que tengo todos los días para asegurarme ser un buen comunicador, construir relaciones poderosas, ser una persona agradable para los demás y llegar a acuerdos. No digo que sea la formula perfecta y que vos tengas que hacerlos, sino más bien te los comparto como una idea para que empecés a descubrir cuáles son los que más te funcionan en dirección a tus objetivos.

Comportamientos: 

1. Medito. 12-15 minutos de no hacer nada más que respirar gentilmente por la nariz. Con esto entreno a mi mente para estar calma y hacer una sola cosa. 
2. Leer. 30-45 minutos. Amplió mi vocabulario, descubro nuevas ideas y formas de expresar lo que siento o pienso, además encuentro nuevos temas de conversación y preguntas que podrían promover nuevas posibilidades. 
3. Escribir. Escribo una reflexión diaria para mí y esto me ayuda a dejar que mi mente transforme lo que en la mente parece abstracto en algo tangible con el poder de las palabras. 
4. Hacer una sola cosa. Ya se ha revelado la falacia del “multitasking” en diferentes estudios científicos. Lo que hagamos requiere de nuestro tiempo y enfoque. Al hacer una sola cosa soy más eficiente, productivo mientras entreno mi mente para estar presente, fortaleciendo mi músculo de atención. Esta quizás, es la práctica más importante de mi vida. Porque pretender prestar atención a algo o alguien, o inclusive callar mis pensamientos del futuro o del pasado, si no estoy acostumbrado a hacer una sola cosa, momento a momento, sería como pretender frenar un tren en seco. Be Present My Friend

 

Mis creencias y pensamientos:

1. Para encontrar humildad: Creo que puedo aprender algo de todas las personas. 

2. Para ser empático: Creo que todos están buscando satisfacer necesidades en su mejor intento por entender la vida. 

3. Para encender la curiosidad: Me parece fascinante entender por qué alguien piensa lo que piensa, por qué siente lo que siente y actúa como actúa.

4. Para asumir mi responsabilidad: Creo que debo asegurarme de hacer lo que está en mi control, o sea, darme a entender y esforzarme por comprender el mensaje de la otra persona si quiero llegar a acuerdos. 

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Jorge