¿Alguna vez has sentido que tienes todo bajo control hasta que, de repente, ese demonio interno que creías tener dominado aparece para arruinarlo todo?
Quería contarte sobre algo que me pasó recientemente, y como dicen los gringos, "grab some popcorn" porque esta historia tiene de todo: drama, terror, comedia y un perrillo saboteador.
Imagináte esto: estás en una habitación, llena de cámaras, el aire full, tu voz retumbando por toda la sala, las miradas del jurado viéndote directamente a vos, listo para hablar sobre tu manifestación más grande de tu propósito, el fruto de tus años de trabajo. El esfuerzo, el sudor, las lágrimas... todo.
Ahí estaba yo, haciendo mi audición para @DMNTS, el reality show de TDMAS. Sí, ahí estaba yo, caminando por la cuerda floja sin linea de seguridad, porque, ¿quién necesita seguridad cuando tenés a tus peores demonios dominados?
Yo estaba confiado en que tenía todo listo para brillar.
Pero, justo cuando me di cuenta de que estaba mostrando al mundo (y a un panel de jurados muy serio) el fruto de mis años de trabajo, ¡BAM!
El demonio del autosabotaje, ese perrillo interno que todos llevamos dentro, decidió aparecer.
Justo cuando estás fluyendo de acuerdo a como lo ensayaste, aparece ese demonio que creías haber dominado, que estaba bien escondido.
Y que empieza a ladrarte al oído: ¡Se van a dar cuenta de que no estás preparado!" "¡Todo es mentira!" "¡Vas a hacer el ridículo de tu vida!"...
Y yo, al mismo tiempo pensando: "¡Ah, qué genial! Aquí vamos otra vez con el show de '¿Cómo autosabotearse en tiempo récord?' ¡Y con 850mil personas viéndote en vivo!"
Te juro que por un momento me sentí como si estuviera en uno de esos sketches de comedia, pero sin la parte divertida...
¿Vos alguna vez te has sentido así?
Como si estuvieras protagonizando tu propio episodio de una sitcom, pero sin risas que suavicen el golpe.
El perrillo no paraba de ladrar. "¡Frente a todo el mundo, te vas a desmoronar!" Y mientras tanto, yo solo quería darle un comando a ese perrillo para que se sentara y se calmara.
Pero no todo estaba perdido. A pesar de todo, logré mantener la compostura y seguir adelante... Aunque por dentro, la reina de corazones gritaba: "¡Que le corten la cabeza!"
Y es que, si te soy honesto, no sabía cuánto me importaba la Certificación: Líderes en Comunicación Humana hasta que estuve ahí, bajo las luces, con el sudor cayendo en gotas y un panel de jurados listo para juzgar cada palabra que salía de mi boca. No estaba simplemente exponiendo una idea; ESTABA PRESENTANDO EL FRUTO DE MI VIAJE DE VIDA, la manifestación más pura de mi propósito. Todo el trabajo, todos los años, los obstáculos superados y el conocimiento adquirido, se resumían a ese momento. Y claro, ahí estaba el perrillo: "Se van a dar cuenta", "Todo es mentira", "No estás preparado", "Tu negocio no sirve", "Es solo una fantasía", "Le vas a fallar a tus socios"...
Pero aquí viene lo mejor: a pesar de todo, logré mantenerme firme. ¿Cómo? Gracias a las herramientas que he reunido a lo largo de los años para manejar mis emociones y a la preparación que me ha permitido enfrentar situaciones desafiantes sin perder la cabeza (literalmente). Pude cerrarle la puerta al perrillo y salí de esa experiencia con un suspiro de alivio y una buena dosis humor en retrospectiva.
Porque, después de todo, lo que me queda es un suspiro de alivio, una actitud positiva y un payaso interno que se ríe viendo cómo un estoico como yo sufre con todas estas emociones humanas.
Y sí, al final, me río con él, porque claro, soy un estoico, y obviamente no tengo ángel de la guarda. A mí me cuida Marco Aurelio. Y aunque sé que no controlo mi cuerpo, también sé que ni el payaso ni el perrillo me van a controlar a mí.
Así que voy a seguir dándolo todo, agradeciendo la oportunidad de estar en este viaje, y comprometiéndome a seguir creciendo, a ser más fuerte cada día, y a no dejar que ese perrillo vuelva a ladrar tan fuerte. De hecho, creo que lo adoptaré para que sea mi perro de compañía. ¿Vos qué decís?
¡Ah! Y antes de despedirme, te invito a seguir mi viaje por el reality show Dementes, que se transmite por TDMAS los jueves a las 8 pm, hora Costa Rica. Podés verlo desde cualquier parte del mundo en la app TDMAX. ¡Te prometo que habrá más historias como esta, y quién sabe, tal vez alguna que otra batalla épica con el perrillo interno!
Gracias por leer, ¡y nos vemos el jueves!
Un abrazo,
Jorge
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