El Arte de Liderar- Estrategias Efectivas para Transformar Equipos Disfuncionales en Equipos de Alto Rendimiento

Hace unos días, alguien compartió conmigo una inquietud sobre cómo liderar un equipo disfuncional y transformarlo en uno de alto rendimiento. Su pregunta iba así: "Jorge, ¿cuál sería tu estrategia al ingresar como líder a un equipo que hoy no tiene sinergía y por ende tienen problemas para llegar a acuerdos y resolver conflictos?"

Responder a una pregunta general no es tarea fácil, pues, falta un contexto específico(ya sabés, hay particularidades en cada situación). Sin embargo, una y otra vez, nos hemos topado con ciertos principios que al compartir con nuestros alumnos—Líderes en Comunicación Humana, han dado resultado espectaculares. Pues nuestras herramientas, son de uso universal y les faculta para liderar de forma efectiva en las diferentes situaciones de su entorno profesional.

Comprendiendo que los líderes son las personas que ayudan al equipo a canalizar la energía en dirección a objetivos y que son los encargados de plantear los pequeños y grandes pasos aprovechando de la mejor manera los recursos disponibles, mi estrategia para lograr lo antes posible sinergía en un equipo(es decir, que trabaje como un equipo de alto rendimiento), estaría compuesta por dos puntos principales:

  1. Hacer un plan de sesiones 1:1 con cada miembro del equipo.
  2. Tener sesiones estratégicas semanales con el equipo.

Pero, debemos comprender que los seres humanos somos complejos(por el simple hecho de ser humanos). Y aunque influir en otros y transformar un equipo que trae vicios y paradigmas limitantes de previo, no sea algo sencillo. También es en estos procesos en los que un equipo se llega a fortalecer, alcanza el alto rendimiento.

 

"El éxito está relacionado a la cantidad de conversaciones incómodas que estemos dispuestos a tener", como diría, Tim Ferris.

 

Cuando se trata de interacción de humano con humano, a mi me resulta fascinante comprender las cosas que suceden más allá de lo dicho o de lo que podemos ver. Me refiero a los mundos internos de cada persona que en interacción con otros dan como resultado diferentes dinámicas. Los seres humanos somos diferentes entre sí y al mismo tiempo compartimos patrones solo por ser miembros de nuestra especie. Por ello, hemos llegado hasta donde hemos llegado, individualmente y como civilización.

Lo interesante sería, según mi punto de vista, contar con un modelo que nos permita no solo actuar y hablar desde lo que intuimos como correcto, sino atender la comunicación humana con seguridad gracias al entendimiento de la mente, el cerebro, las emociones y el uso del lenguaje. Esto nos asegura efectividad y consistencia.

Entonces, si vos fueras mi alumna y estás a punto de dar el paso para liderar un equipo que aún no opera desde el alto rendimiento, te diría que empecés por enfocar tu atención a las cosas que sí están en tu poder como diseñar marcos mentales que te empoderen y que promuevan interacciones de confianza. Procurá operar con marcos mentales que te sean útiles y te empoderen.

 

Los 5 marcos que yo usaría para atender un equipo disfuncional con la intención de llevarlo al alto rendimiento:

  1. Quien pone los marcos controla el juego: las interacciones entre 2 o más humanos se ven beneficiadas por una guía sobre qué esperar de la interacción en sí y así mismo de cada uno de los participantes. Poner los marcos del juego con claridad en la intención de cada uno, es fundamental.
  2. Cada quien tiene su razón, no la razón: vemos el mundo con nuestros filtros personales, lo interpretamos con los recursos que tenemos a disposición, cada quien son su propia historia individual y con su forma de expresarse de acuerdo a sus entendimientos y significados. Todos vivimos en una versión de la realidad, necesariamente diferente entre sí. Es necesario tomar esto en cuenta para escuchar con atención y comprender con empatía.
  3. Escuchar para entender: Al llegar pretendiendo saber más allá de lo que realmente sabemos, bloqueamos nuestra habilidad para escuchar más allá de lo dicho. Si dejamos de lado nuestras sospechas, prejuicios, historias y etiquetas, podemos accesar al mundo de la otra persona y conocer lo que no sabemos. Esto resulta necesario para obtener información sobre la situación actual de cada miembro y del equipo como tal.
  4. Todo comportamiento busca satisfacer una necesidad: No se trata de si el comportamiento es correcto o incorrecto según nuestros ojos. Pues, si lo que queremos es realmente empatizar y comprender el panorama de las otras personas, debemos encender la curiosidad para saber sus intenciones al actuar así como sus motivaciones, deseos y aversiones. De manera sencilla, ¿qué necesidad estaba buscando satisfacer al actuar como lo hizo?
  5. Quien lidera no es quien da órdenes infalibles sino quien construye relaciones poderosas: Si queremos tener un equipo de alto rendimiento— uno que funcione en sinergía— en el que cada miembro aporte sus mejores recursos y en el que los conflictos en lugar de generar dinámicas tóxicas, promuevan nuevas ideas y nuevos acuerdos. Esto depende de qué tan buenas relaciones haya creado quien lidera con cada uno de sus colaboradores.

Tus comportamientos, así como tu sistema nervioso funcionará de acuerdo a los marcos de pensamiento que estén presentes en cada contexto. Así que, aseguráte de programar tu mente para interactuar con estados de altos recursos a la hora de comunicarte con tu equipo.

 

La Estrategia

Existen muchos detalles específicos en cada situación, pero de manera general la estrategia para asumir el rol de líder de un equipo y lograr la sinergía lo antes posible, consiste en dos tácticas: sesiones 1:1 y reuniones estratégicas con el equipo completo.

 

"Un buen equipo se convierte en un gran equipo cuando los miembros confían entre sí lo suficiente como para cambiar el 'yo' por el 'nosotros'." - Phil Jackson

 

1. Hacer un plan de sesiones 1:1

En las sesiones 1:1, mi objetivo sería conocer a cada miembro y empezar a conectar. Estaría buscando crear confianza rápidamente con cada uno y cada una para conocer sus perspectivas, expectativas y disposición para avanzar en dirección a la visión que quiero proponer. Haría las sesiones tan seguido como sea necesario hasta adquirir la información suficiente para saber cómo sacar lo mejor de cada miembro. En las conversaciones, estaría haciendo preguntas que me permitan descubrir sus valores y significados. Además, estaría evaluando qué tan dispuesta está la persona a recibir feedback y mejorar sus capacidades— qué tan "coacheable" es.

Claves: Confianza, valores, expectativas, significados, actitud.

 

2. Tener reuniones estratégicas semanales con el equipo

En las sesiones estratégicas de equipo mi objetivo sería alinear la visión general, plantear metas en común y empezar a crear dinámicas de un equipo de alto rendimiento. Estaría apuntando a tener al menos una semanal y en ellas crear pequeñas tareas en las que diferentes miembros tengan que colaborar entre sí y hacer entregables que podamos celebrar como logros. La idea sería que ellos puedan tener evidencia rápida de su trabajo en equipo. Conforme avancen las semanas, estaría resaltando constantemente los logros de equipo y cómo los aportes de cada uno están beneficiando el alcance de las metas propuestas. Así mismo en las primeras semanas, estaría buscando crear un espacio social(con la intención de volverlo habitual) para compartir en equipo: a) en un espacio físico para tomar café, ó b) un espacio virtual que bien puede ser al final de las sesiones, dedicado a una actividad social. Esto compartir cosas más personales como curiosidades, historias, anécdotas, etc. Los humanos inevitablemente conectan con humanos. Ver [Guía de preguntas para construir conexiones poderosas, AQUÍ]

Claves: Visión, metas, entregables, logros, confianza, conexión.

 


Ser líder implica una responsabilidad social con cada miembro. Si tu enfoque está en los resultados, estarás descuidando lo más importante en un equipo que es la conexión. Pues, es en la interacción con otros que logramos no solo los objetivos sino que mejoramos nuestra calidad de vida. Como seres sociales, lo que digamos y cómo lo digamos, impacta el sistema nervioso de las otras personas. Como líderes tenemos el poder de influir de la mejor manera posible en las dinámicas de equipo. Pero sin intención y sin recursos, también tenemos el poder de influir de formas que no promueven el alto rendimiento.

Creo con sinceridad en que cada quien tiene los mejores recursos y soluciones para hacerle frente a las cosas del destino. [Las estadísticas] nos han demostrado que la gran mayoría de personas que alcanzan puestos de liderazgo, no se han preparado para ello... y aún así, tenemos las empresas que tenemos en la actualidad— con éxitos y fracasos.

Pero si lo tuyo es hacer las cosas diferente, y asumir un rol proactivo ante tu posición. O sea, no solo ser un líder más en una organización como muchas otras. Si reconocés lo invaluable de tener buenas relaciones en tu lugar de trabajo( pues, es en dónde ponés la mayor cantidad de energía en tu día a día, durante la mayoría de tu vida adulta). Si lo que querés es tener la satisfacción de acompañar a otros y facilitar su proceso para alcanzar su mejor versión. Entonces, creo que puede interesarte conocer nuestro modelo de liderazgo basado en comunicación: [Líderes en Comunicación Humana].

Jorge

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