5 pensamientos para alcanzar la plenitud

"El tiempo de la vida es un punto; la sustancia, fluente; la sensación, ambigua; toda la constitución del cuerpo, frágil; el alma, inquieta; el destino, enigmático; la fama, indefinible. En resumen, todas la cosas propias del cuerpo son como un río; las del alma son ilusión y aire; la vida, una lucha, un destierro; el recuerdo a la postre, el olvido.

¿Qué será eso que nos puede salvar?

Una sola y única cosa: La filosofía. Y esta consiste en conservar al dios interior sin daño ni agravio, para que triunfe sobre los placeres y los dolores, para que no actúe sin intención, y se mantenga lejos de toda falsedad y disimulo, para que acepte la parte que le toque y que se le asigna en los varios sucesos accidentales, que proceden del mismo origen que él procede.

Y, en particular, para que se espere la muerte con una actitud plácida, sin ver en ella otra cosa más que la disolución de los elementos de que consta todo ser viviente. 

Si no hay nada temible para los mismos elementos en esta transformación incesante de uno en otro, ¿por qué temerle a la transformación y disolución de todas la cosas?, esto es conforme a la naturaleza y nada es malo mientras proviene de ella."  Escribía para sí mismo el Emperador Marco Aurelio. 

El emperador filósofo me recuerda que somos parte del todo y al mismo tiempo necesitamos llevar nuestra atención a lo que podemos controlar y humildemente aceptar todo lo que no, ademas de que cada acción sea intencional, para entonces, encontrar tranquilidad en el rio de la vida que siempre cambia.

Te comparto 5 reflexiones para estimular tu mente y cuestionar la condición humana en contraste con la plenitud. 

1. La realidad no es la realidad

“Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Lo que vemos es una perspectiva y no la verdad.”

- Marco Aurelio

La percepción de la realidad es subjetiva, es que es solo tu interpretación de los estímulos sensoriales acerca del mundo exterior al mismo tiempo que tu cerebro recibe información interna de tus órganos, momento a momento. Esto mismo sucede con cada ser humano, viviendo su vida de una forma diferente, en lugares, momentos y conversaciones diferentes. 

Darte cuenta de esto puede resultar en una idea abstracta, filosófica y aterradora, porque podría surgir la pregunta, ‘¿qué es entonces la realidad?’. Como una especie capaz de razonar y asignar palabras y significados a las experiencias, podríamos decir que la realidad es solo lo que creés que es la realidad. 

Sonder, es el concepto que dice que cuando nosotros nos damos cuenta de que estamos viviendo la vida como si fuera una película, siendo nosotros los protagonistas y el resto de personas como personajes complementarios fungiendo un papel dentro de nuestra historia, [y] reconocer que los demás están viviendo una realidad tan vívida y real como lo nuestra. 

Sonder quizás es la vía más sensata para enfrentar y comprender que la realidad no es la realidad, y encontrar la humildad necesaria para desapegarse de nuestra propia versión, no para abandonarla sino para comprenderla solo como una perspectiva y no la verdad, para conectar con otros humanos desde un lugar fluído y empático y construir realidades sociales.  Es cuando llegamos a acuerdos que logramos crear algo más sólido y reconfortante que nos permita avanzar. 

2. Tenés la capacidad de reflexionar con respecto a tus pensamientos, comportamientos y emociones 

 

“Una vida no examinada no es una que valga la pena ser vivida” 

- Sócrates

Como especie, el mayor regalo que tenemos es el de reflexionar con respecto a nuestra experiencia interior. La capacidad de observar gentilmente y ponerla a prueba si fuera necesario. 

Vos no sos tus pensamientos, tus pensamientos están en tu mente y no existen en realidad, con esto lo único que queda es elegir— elegir cuáles querés dejar habitar en tu mente, cuáles querés dejar ir y cuáles querés examinar. Cuestionálo todo, en especial aquellas ideas más arraigadas, porque estas son la fuente de información más valiosa para encontrar sentido a la vida y navegar fluidamente el río del cambio. 

Ser racional no se trata de ser un buen sociópata— incapaz de mostrar emociones, sino de utilizar esta capacidad cognitiva para autoempatizar, autoconocernos y autorrelizarnos. Las emociones son las piezas de información más importante para ir hacia adentro para encontrar las expectativas y necesidades que las provocaron. Esto es usar efectivamente la razón.  

3. No estás condenado a repetir tu historia

“Cuando no podemos cambiar una situación, nos enfrentamos ante el desafío de cambiar nosotros mismos”

- Viktor Frankl

Que hayás hecho las cosas de cierta manera, cometido errores, limitado tus más grandes sueños o perdido oportunidades no quiere decir que vas a seguir repitiéndolo. Esto  pudo haber sido así hasta ahora, y no tiene porqué predecir el futuro. De cierto modo, has hecho lo mejor que podías con lo que tenías. Ahora es un buen momento para hacer una pausa, reflexionar con respecto a tus comportamientos versus tus pensamientos y darte la oportunidad de empezar a hacer pequeños cambios.

Tenés un cerebro maravilloso capaz de ser moldeado de acuerdo a tus hábitos de pensamiento y comportamiento, esto quiere decir que es cuestión de cambiar tus hábitos intencionalmente para construir una realidad con nuevas posibilidades. 

Somos incapaces de controlar los externos pero en nuestro poder está el poder construir una realidad controlable. 

4. Existe una inclinación natural a satisfacer nuestros deseos más primitivos

“Los animales salvajes huyen de los peligros que están en frente y cuando escapan no se preocupan más. Nosotros por el contrario nos vemos atormentados por lo que ya pasó y lo que ha de venir por igual. Algunas de nuestras ventajas nos pueden hacer daño, porque la memoria nos puede traer la agonía de lo que ya pasó, mientras que la previsión la trae prematuramente. Nadie asocia la infelicidad al momento presente”

- Séneca

Nuestro cerebro tiene una misión básica: hacernos sobrevivir, alejándonos de amenazas y acercándonos a lo preserve nuestra comodidad. Esta es la base de nuestros programas mentales.

Por más que la tecnología avance, nuestra historia nos dice que la base más primitiva de nuestras decisiones tiene que ver con la preservación de la especie. Esto es un llamado a prestar atención a nuestra interpretación subjetiva de lo que es realmente necesario y la definición racional de los peligros, porque aunque nuestro cerebro tenga un gran potencial, no puede diferenciar entre situaciones reales y evidentes de las imaginadas. “El ser humano sufre más por imaginación que en realidad”, decía Séneca. 

5. Estamos llamados a trascender, darnos cuenta de lo que es realmente necesario y alcanzar la plenitud

Nuestra capacidad de reflexionar con respecto a nuestros pensamientos nos ha llevado a través de la historia a describir experiencias trascendentales que ha sido relacionadas al plano espiritual, a la consciencia de algo más grande, contando historias que nos hacen sentir conectados con quienes caminaron esta tierra miles de años atrás dejándonos códigos e ideas que nos sirven de guía para encontrar en nosotros la plenitud y una sensación de libertad. 

Como humanos, creo que estamos llamados a trascender nuestras necesidades más básicas y encontrar significados más altos que nos permitan autorrealizarnos, haciendo lo que nace de nuestro interior, esa tarea de vida, y compartiéndolo con los nuestros. 

A veces trascender es tan solo hacernos las preguntas que nos permitan alejarnos de lo que la sociedad nos ha heredado como paradigmas. ¿Por qué trabajamos?, ¿para qué hacer lo que hacemos?, ¿para qué queremos más?, ¿cuánto es necesario?, ¿cuándo es suficiente?, ¿qué es la felicidad?, ¿para qué estamos aquí?, ¿por qué pensamos lo que pensamos?, ¿cuál es el sentido de la vida?, ¿cómo vivir una buena vida?, ¿por qué siento lo que siento?, ¿cuál es la historia que decido contar?

Cuestionálo todo, date cuenta que tus pensamientos no te definen, que tenés la capacidad de elegir la historia que te vas a contar e inspirarte en las ideas de quienes ya pasaron por este planeta, y encontrar luz en dirección a la plenitud. 

Jorge