3 Habilidades para enfrentar el Presente y el Futuro

Hay muy poquito que los seres humanos en realidad podemos controlar, sin embargo nuestro cerebro primitivo nos engaña y nos hace prestar atención a los externos en busca de una comodidad frágil que depende del destino.

"Lo más importante que podamos aprender será la habilidad para lidiar con el cambio, aprender nuevas cosas y preservar nuestro balance mental en situaciones poco familiares... vas a necesitar no solo inventar nuevas ideas y productos pero sobre cualquier cosa reinventarte a vos mismo una y otra vez."

- Yuval Noah Harari, 21 lecciones para el siglo 21.

Se ha venido hablando de una nueva realidad, "un nuevo normal" como dicen algunos a manera de moda, cuando la vida siempre ha sido incierta, compleja, impredecible y hasta ambigua. Es cierto que en la actualidad las cosas están cambiando a pasos acelerados y mientras apenas estamos aceptando las novedades como un asunto natural como el amanecer y el atardecer del sol, nos cae encima un cambio más que parece tomarnos por sorpresa. Para esto debemos de prepararnos; el cambio exponencial de las cosas. 

Para lo que ha de venir lo mejor que podemos hacer es enfocarnos en nosotros y no en lo que ha de venir o como decía Epicteto enfocarnos en nuestra esfera de poder; mis pensamientos y mis acciones.

¿Cuáles son las 3 habilidades que debo desarrollar para enfrentar el presente y el futuro?

1. Resiliencia.

2. Empatía.

3. Curiosidad. 

Resiliencia, es la capacidad de adaptarnos, de enfrentarnos a obstáculos y transformarlos en oportunidades, es saber que debemos fijarnos objetivos, desarrollar estrategias y ejecutar acciones en dirección a ellos asumiendo las responsabilidades de las consecuencias y de los logros, reconocer que la vida ocurre aquí y ahora, que un resultado no nos define sino más bien se convierte en fuente de inspiración para crecer, aprender y hacer los cambios necesarios para seguir haciendo lo que está en nuestras manos para alcanzar nuestros más grandes sueños.

Empatía, lo cual no tiene nada que ver con el concepto popular de "ponerme en los zapatos de los demás", porque sencillamente nadie puede ponerse en los zapatos de los demás, esta postura nos llevaría a crear una ilusión egocéntrica y por ende limitarnos de conocer de verdad la experiencia del otro. Empatía más bien es tener una intención genuina de entender, querer hacer sentir cómodo al otro para crear en conjunto y comunión con otros; acompañando, apoyando, escuchando, sin juicios, sin expectativas, sin etiquetas. Empatía es acompañar y querer entender cómo siente, ve y piensa el otro con respecto una experiencia específica y acompañar para desde allí tener una sensación de entendimiento y llegar a acuerdos cuando sea necesario. 

Curiosidad, es el estado que nos permite divertirnos y aprender al mismo tiempo. Desde la curiosidad se está presente, no se tienen expectativas, no se tiene miedo y simplemente nos permitímos maravillarnos de lo que nos ofrezca la vida. Esta habilidad es necesario cultivarla para poder adaptarnos a un mundo en el que aprender, re-aprender y desaprender será necesario para vivir de manera funcional. El estado de "no sé pero quiero saber". Dicen por ahí que nadie puede estar curioso y enojado al mismo tiempo; "solo sé que nada sé", decía Sócrates. 

En el momento presente todo está bien. Y aunque nuestro cerebro humano sea capaz de estar comparando la situación actual contra lo que conoce para tratar de predecir el futuro, sabemos que el pasado no existe y el futuro tampoco. Los estados de bajos recursos surgen justamente en este ejercicio de comparar" lo que es" contra la version de la realidad que construimos en nuestra cabeza de manera subjetiva, aleatoria, relativa y muy personal. La realidad no es la realidad si no lo que creemos que es la realidad. 

Te propongo estar presente, conectarte con tu ser interior, conocer tus emociones, reconocer tus expectativas y cambiarlas cuando sea necesario por unas más sólidas que no tengan que ver con los externos, para cultivar la resiliencia, la empatía y la curiosidad, aquí y ahora.

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