13 lecciones que la gente aprende tarde en la vida

Inteligencia es, aprender sin tener que cometer errores y cuando los errores lleguen, aprender de ellos.

 

Aquí te van 13 lecciones que me encantaría haber aprendido más jóven y que según yo, la mayoría aprendemos tarde.

 

 

1. La felicidad no está afuera

Nos bombardean de expectativas que no nos pertenecen, y como especie social esto se 'programa en nuestra mente', como un virus, digo que como un virus porque no ha sido por elección. Nadie llega al mundo aprendiendo lo que significa la felicidad, sin embargo en una distorsión total, la sociedad nos invita a ligarla a nuestras posesiones, títulos, relaciones, acciones, éxitos, etc. Pero no se trata de nada de esto que no podemos controlar, la felicidad es un estado que existe en tu interior, cuando encontrás paz y armonía ante las cosas, porque has reconocido tu lugar en el mundo, en uno que es volatil, incierto, complejo y ambiguo. Y entonces aceptás y hacés lo mejor que podés hacer con lo que tenés. La felicidad no significa que tenés que andar de fiesta, pegarte una borrachera, tener el último teléfono, un par de tennis de moda o un café sofisticado para estar "in". La felicidad puede ser quedarte en casa leyendo, contemplar un pajarito, escuchar un disco de música, estudiar, dormir, cocinar una nueva receta, una conversación filosófica, una caminata, tocar la guitarra o dibujar o hacer lo que para otros significaría trabajo pero que vos hacés por amor. Tu manera de experimentar la felicidad, es tu significado de felicidad, así que aseguráte de haberla definido bien por tu cuenta.

 

2. El éxito no se trata de cumplirle a la sociedad

Así como la felicidad de verdad no depende de los externos, el éxito es relativo. No es un asunto de si lograste graduarte a los 21 años como profesional, de si lograste el trabajo de tus sueños y tenés el salario que te permita tener lujos que no necesitás para complacer a personas a quienes poco les importás, no se trata de si ya te casaste y ya tenés un hijo a los 35 ańos, de si ya tenés casa o carro... Todo esto es una mentira de una de la sociedad. ¿No creés que ya es hora de redefinir tu concepto de éxito? la buena noticia... tenés el poder, vos podés hacerlo como un acto de liberta y ¿por qué no? de REBELIÓN, vos sos creador activo de la realidad. Todos somos diferentes y el camino del "éxito" es diferente para todos.

3. Los amigos, vienen y van

Las relaciones interpersonales impactan tanto nuestra calidad de vida que debemos ser intencionales en con quién queremos pasar nuestro tiempo. La realidad es que, las personas más cercanas— amigos, pareja, familia— pueden alejarse de nosotros de un día para otro, producto de nuevas visiones de mundo, deseos o metas, que no se alinean a las nuestras. Por suerte, así mismo, gente a quienes no conocemos hoy, se convertirán en grandes confidentes, consejeros y compañeros de experiencias. Este proceso puede ser muy retador y doloroso pero al mismo tiempo puede ser justo lo que te permitirá mejorar la calidad de tu círculo personal. Recordar que el tiempo que compartimos con humanos es tan solo un instante, nos permite aprovechar al máximo cada interacción. Es más importante la calidad que la cantidad— es mejor un gran amigo que decenas de conocidos. Aceptá que todo lo que está vivo cambia, y eso está bien. Una relación no tiene que ser para siempre.

4. Nada es tan importante, nada es personal

En el momento, cuando las expectativas no son cumplidas, las emociones pueden ser súuuuper incómodas. La expectativa contrastada con la realidad. Pero las expectativas, están en tu control. Con el tiempo te das cuenta de que el mundo no gira a tu alrededor y no tiene porqué satisfacer tus necesidades. Te das cuenta de que el universo no conspira a tu favor, pero tampoco en tu contra. En el gran esquema de las cosas, nada es tan importante, todo pasa. Nada es personal, aún cuando a veces se pudiera sentir así. Si te das el chance, aprendés que cada quién anda buscando atender la vida con los recursos que tiene disponibles y que poco tiene que ver con vos. Entonces limitarte por la opinión de otros, se vuelve inconcebible.

5. Preocuparse es una opción

Las preocupaciones suceden cuando nuestra mente dirige los pensamientos a un futuro que pareciera no tan prometedor, implica que las cosas que vayan a pasar podrían no estar alineadas a lo que deseamos. El futuro es impredecible, mas si logramos utilizar esta energía para enfocarnos en aquello que está en nuestro poder, aumentaremos las probabilidades de alcanzar lo que buscamos. "Ocuparse, no preocuparse". Dentro de un universo de posibilidades, preocuparse es opción. Y la aceptación es el primer paso— la aceptación de lo que es. "El destino" te puso en frente unas cuantas cartas, algunas no están a la vista, con las que contás, ¿qué es lo mejor que podés hacer?. Cuando el resultado no es seguro, el juego se vuelve interesante.

 

6.Enfocarte en tu bienestar es lo más importante

En esta experiencia de mente-cuerpo, llamada vida, el bienestar personal es lo más importante, pues no podés dar lo que no tenés. Bienestar es, armonía interior— salud física y mental. A veces, tendrás que defraudar a algunas personas para darte tu lugar. Tu bienestar es más importante que tu carrera profesional, la cuenta en tu banco, las fiestas o paseos a los que no querés ir, quedar bien con las personas a tu alrededor, la opinión de los demás, la actitud de tu pareja o los deseos de tus papás. Si cuidar de vos mismo, implica que alguien se va a "resentir", pues que se resienta. El amor propio debe ser más grande que el deseo de que otros te amen. Si tu atención está en ayudar a otros y esto te causa cierto grado de satisfacción, debés de recordar que primeramente debés atenderte para luego expandirte.

 

7. Alimentarse no solo aplica a la comida

Las conversaciones que tengamos, la información que entre en nuestra mente, todo aquello a lo que entreguemos nuestra atención es alimento de nuestra experiencia. Es importante cuidar nuestro cuerpo siendo conscientes en lo que comemos y, al mismo tiempo debemos de tener la misma intención al nutrir nuestra "alma". Si tu meta es alcanzar tu mejor versión, es importante eliminar todo el "alimento chatarra" de tu vida. Como decía el emperador Marco Aurelio, "tu alma se tiñe del color de tus pensamientos".

 

8. No podés controlar los externos

Por más que quisieras que las personas a tu alrededor actuaran de cierta manera, que los resultados estén alineados a tus expectativas, que las cosas salgan como vos quisieras que salieran, sabés que nada de esto está en tu control. Enfocar tu atención en la opinión de los otros, en los "hubieras", en los "quisiera", te quita energía para vivir la vida que querés vivir.

 

9. Lo que creés que es la realidad, no es la realidad.

Vivimos una experiencia personal, subjetiva y relativa que nos permite funcionar relativamente bien en el día a día, el problema es confundir nuestra perspectiva con la realidad. Nosotros somos un simple ente interactuando con el mundo con cierta información como base y un sistema sensorial falible que recibe ondas, frecuencias y energías del mundo exterior, que en el mejor intento nos permite darle sentido a una realidad impredecible, compleja y ambigua. Cuando creemos que tenemos la razón, nos volvemos soberbios y asumimos una posición de superioridad, con una actitud inmadura alejada de la consciencia racional sobre la complejidad de las cosas.

 

10. Comunicación implica construir una realidad compartida

Hablar por hablar, puede ser muy satisfactorio y hasta catártico, pero no sirve de mucho cuando lo que querés es lograr grandes cosas. Para alcanzar tus metas vas a necesitar de más humanos. Para mejorar las relaciones personales, para llegar a acuerdos, para solucionar conflictos, para crear cosas increíbles, necesitás comunicarte, es decir, poner en común. Se trata de tener la intención de comunicar para construir realidades compartidas y al mismo tiempo desarrollar las habilidades para hacerlo efectivamente.

11. Ser > Hacer o Tener

Ser es más que hacer o tener. Vos no sos lo que hacés. Vos no sos lo que tenés. Tu valor no está relacionado a tu apariencia, tus pantalones, tu dinero, tus seguidores, tu relaciones, tu profesión, tu puesto en el trabajo, tu carro, tus viajes, tu errores, etc. No te permitás culparte o juzgarte fuertemente por errores, opiniones o supuestos fracasos. Que los resultados nunca jueguen en contra de tu valor personal porque tu existencia tiene un valor incondicional, no atado a los externos. Nunca dejés que las cosas que no salen como vos querés se vuelvan en tu contra. Hacé una separación entre las cosas externas y tu valor personal. Lo que sos es un misterio maravilloso, digno de amor e incondicionalmente sagrado. Una persona que no tenga clara esta distinción, inconscientemente tendrá miedo al fracaso, estará necesitada de la aprobación de otros y de manera general estará limitando su potencial, constantemente.

 

12. Tu pasado no condena tu futuro

Vos no has elegido tus traumas, las vueltas que te dió la vida, no has elegido las lecciones que entraron en tu mente de manera inconsciente, no decidiste tener las creencias que hoy te están limitando. Vos no tomaste la decisión de tener las experiencias difíciles que te han marcado. Lo que te pasó no es tu responsabilidad, pero te tengo una noticia, pero romper el patrón que te está alejando de tener una buena vida, sí lo es. El truco está en asumir la responsabilidad de lo que está en tu poder. Así es como vas a cambiar la experiencia que hace que tu vida no sea la que deseas, de una vez por todas. Rompiendo los patrones "tóxicos" no solo vas a tener una mejor relación con vos misma sino que vas a mejorar la interacción con otros, evitando herir a las personas que no tienen nada que ver con tu dolor personal. Tu pasado puede ser alterado asumiendo la responsabilidad en el momento presente y así construir un mejor futuro.

 

13. Los dramas te van a hacer infeliz

Tu mente naturalmente crea conjeturas basándose en los estímulos sensoriales, lo que creés conocer y los "cabos sueltos"— aquí es donde rellena. Esas historias carentes de evidencia, las presuposiciones, los dramas y las historias de terror, no hacen más que provocarte sufrimiento. Si vas a contarte una historia, aseguráte de: 1. tener evidencia; 2. basarte en evidencia; 3. elegir una buena historia; 4. si no, ¿para qué construir una historia?. Tampoco prestés atención a los chismes, a las expectativas falsas de cómo debería ser tu vida, o la opinión de personas que no se han ganado un lugar. Recordá que, no tenés que tener una opinión con respecto a todo.


La vida es un campo de entrenamiento para alcanzar nuestra mejor versión. Mientras interactuemos con el entorno y mientras estemos vivos tendremos la oportunidad no solo de conocer diferentes versiones de la realidad— algunas más útiles que otras— sino de integrarlas, de acuerdo a nuestros valores. Esto puede tomar más tiempo del que quisiéramos, y de esto se trata la vida. Tarde o temprano ganaremos alineación entre lo que creemos, sentimos, hacemos y decimos.

Jorge

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